Si alguien pretende sólo hacer gimnasia “con estilo”, adornada de “posturitas” resultonas….entonces, lo siento, podrá entrar en “el círculo moderno del yogui” porque se ha puesto de moda o porque “mola” pero, en el fondo, estará mintiéndose. De aquí viene ahora mi reflexión y de lo que va el título de este post. ¿Son incompatibles Rodrigo Rato y el yoga?.
Es sabido que Rodrigo Rato practica yoga y meditación desde hace muchos años. En 2012, en el diario Las Provincias, el famoso maestro de yoga Ramiro Calle, siempre muy discreto a la hora de hablar de su relación con el exvicepresidente del gobierno, hizo estas reflexiones. Como veréis habla también de otros famosos que se han acercado la disciplina milenaria.
(Lasprovincias.es 10/06/12. Por Arantza Furundarena)
-Madonnna predica un yoga hiperfísico.
- Esos yogas entre el culturismo y el circo no son yoga.
- Nacho Cano me recomendó hacer yoga a 40 grados.
- ¡Atroz! Yo he dado clases particulares de meditación a Nacho Cano durante un año. Luego se metió en ese yoga Bikram que es irracional. ¿A alguien se le ocurriría hacer footing a las tres de la tarde en agosto?.
- Mejor con la economía. ¿Cómo relajar la prima de riesgo?
- El yoga es evitar los excesos, desarrollar la compasión, no querer ser obsesivamente un triunfador. Es inconcebible tener espíritu yóguico y a la vez ser codicioso. Si esas personas practican yoga es que algo no han entendido.–
- ¿No hay políticos entre sus discípulos?
- He tenido durante más de treinta años de alumno de yoga físico y de meditación a Rodrigo Rato.
- Lo yóguico sería que renuncie a su indemnización en Bankia.
- Por supuesto. Esa sería la postura yóguica que debería hacer todo gestor de cualquier empresa.
- ¿Rato sigue siendo su alumno?
- Ha estado viniendo hasta hace un mes. Hace dos, llegó Guti y yo no sabía quién era porque no me gusta el fútbol. También hemos dado clase de yoga a un torero famoso aunque yo soy profundamente antitaurino y un defensor a ultranza de los animales. Me avergüenza que el mayor responsable de este país se dedique a cazar elefantes, aunque él ya ha recibido su karma instantáneo porque luego le ha pasado de todo.
- ¿Qué ‘asana’ le aconseja a Angela Merkel?
- Un yoga que se llama Bhakti Yoga o Yoga del Amor. En Occidente brillamos mucho con la mente pero no con el corazón y necesitamos humanizarnos. Ya lo dijo Jesucristo: Ciegos dirigiendo a otros ciegos, y al final todos al barranco.
La práctica del yoga no implica convertirse en un monje, ni en un raro que vive al margen de las convenciones. Al contrario, mantener el espíritu yóguico en la vida real, con toda su complejidad, es el gran reto.
¡Qué fácil es meditar en un monasterio budista aislado del mundo!. El mérito está en hacerlo en casa, con los niños en la otra habitación y con la hora de cenar pisándonos los talones.
No voy a juzgar a Rodrigo Rato. Juzgar es lo más “antiyóguico” del mundo. Pero sí me atrevo a decir que la práctica del yoga está reñida con el exceso de ambición, la falsedad, la falta de empatía, el orgullo, la ostentación, el derroche y, por supuesto, la maldad.
Y con esto, no quiero que se deduzca que Rodrigo Rato es un mal hombre. No lo sé. Simplemente no tengo ni idea. Puedo decir, incluso, que me parece muy positivo que siendo político haya conocido los beneficios del yoga y la meditación. Probablemente eso haya sido muy bueno para él y para el ejercicio de su trabajo en la política.
Las posturas de yoga, las asanas, tienen un efecto sobre el cuerpo y la mente que va más allá de lo obvio. Digamos que desencadenan una reacción interna sutil. Eso sí, de cada uno depende a qué nivel quiere que actúe el yoga internamente. Digamos que el yoga, en toda su dimensión, implica una forma de ver la vida. Y hablando de ver.
Esta vez os propongo realizar una práctica de yoga muy simple.
SARVANGASANA
La “Vela” sobre los hombros
Fijaos bien en esta postura. Es preciosa. En realidad la hacíamos en el cole.
Se llamaba “el clavo”. ¿Os acordáis?.
Tiene muchísimos beneficios. Le acompaña además otra propiedad importante: ver el mundo al revés. Algo muy interesante y práctico.
Prueba a hacer Sarvangasana en casa. Advierto, sin embargo, que no está recomendada para aquellas personas que tienen problemas de cervicales. Juega, con suavidad, a ver si puedes a hacer “el clavo” como cuando eras niño. Si te cuesta, acércate a una pared y camina con los pies apoyados en ella hasta conseguir una posición lo más vertical posible.
Esta postura, según el libro Aprendo Yoga de André Van Lysebeth, hace que “la gravedad ponga en circulación acelerada la sangre venosa estancada y provoca que vuelva al corazón ayudada por la gravitación, en vez de tener que luchar contra ella. Sarvangasana elimina las estagnaciones venosas en las piernas y en los órganos abdominales.”
Esto es sólo una aproximación a sus beneficios. Hay muchos más que podréis encontrar en el libro al que he hecho referencia o en cualquier manual de yoga.
Y ya que he unido política y yoga en este post, no quiero dejar de hacer una referencia al Mindfulness y Pedro Sánchez.
Si leísteis mi post anterior sobre el Mindfulness y la necesidad de atención plena en nuestra vida sabréis que si alguien ha actuado con total falta de conciencia esta semana ha sido el Secretario General del Psoe, Pedro Sánchez, al votar por error «sí» a la ley del aborto del Partido Popular. ¿Qué estaría haciendo o pensando Sánchez que no le permitió “estar con conciencia plena” en la votación? ¿Piloto automático, rumiación de pensamientos excesiva, proyección en el pasado o el futuro?.
Atención plena, estar en el presente, vivir el aquí y ahora. Estos son mis deberes para estos días.
¡Om Shanti y feliz ahora!
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