Como decíamos ayer (valga la archiconocida frase de Fray Luis de León cuando volvió a las aulas cinco años después de estar en la cárcel por libre pensador), nos gusta tanto leer libros como hablar de ellos. Así que para qué vamos a cambiar de rumbo si el buque navega sólido en los abundantes mares de la creatividad. Emergiendo en este océano rico en especies, ha rescatado uno, ya convertido en fenómeno editorial y social. Dado que ha vendido más de 150.000 ejemplares, es matemáticamente posible que quede poca gente que no lo haya leído. Patria, del donostiarra Fernando Aramburu, está funcionando en cuanto índices de venta y popularidad como un best seller, aunque esté muy lejos de serlo si no nos atenemos a la literalidad del concepto y sí a su inagotable calidad literaria. Pero por si todavía alguno tiene dudas y necesita alguna razón para ser convencido, aquí van cinco, si bien podría dar 500.
1) Porque recupera un hecho todavía cercano y doloroso en el tiempo, el terrorismo de ETA que vivimos dentro y fuera de Euskadi varias generaciones enteras. Y puede que el reciente anuncio de abandono definitivo de su actividad por parte de la organización armada tenga algo que ver con la sensibilidad con que Aramburu ha enfrentado el tema, logrando a mi juicio, no ofender a nadie.
2)Porque es una novela absolutamente coral, aunque los dos bandos estén bien definidos y en realidad todo orbite en torno a dos figuras centrales: dos madres, dos sufridoras, dos víctimas. Dos mujeres a las que la violencia rompió y separó.
3)Porque es un recorrido brutal por los sentimientos de los dos lados del conflicto, pero sin pretensiones absolutistas. El dolor se vive con tanta sencillez que se siente aún más agudo. Eso es lo que quizás haga que uno ame a todos los personajes por igual, porque todos lloran y se hunden acompasadamente. Se ríen y sueñan a un tiempo.
4)Porque es literatura pura que fluye como un río caudaloso, pero con idas y venidas. Lo que empieza en un lugar y a una hora termina meses antes o años después en un viaje por la historia y la verdad.
5) Y porque, en contra de lo que pueda parecer desde fuera, no es una ficción política, sino una historia de amor, no tanto de hombres y mujeres, como de seres humanos con seres humanos. No vamos a desvelar si hay un final feliz o tortuoso, sería una crueldad. Pero sí podemos asegurar que es el final que uno necesita desde la primera página. Y hay 700.
Voy a terminar este post con otra recomendación, en las antípodas de Patria. O no, sin consideramos el hecho de que esta novela es también una novela de amor. De una madre a sus tres hijos pequeños, a los que educa en la viudez pero con la mirada puesta en el cielo, en el límite entre la razón y la imaginación. Nuestra casa en el árbol, de Lea Vélez, (Destino) amable, profunda, veraz, tierna… Suban a ella, no querrán bajar.Y además, este título viene con la primavera, lleno de brotes verdes y con olor a naturaleza, también la humana.
Fantástico post! Muy buenas recomendaciones