Les ves actuar y sientes una mezcla de sorpresa, admiración y cierto repelús… Como esa inquietud que produce encontrarse un gran insecto en casa… En «Entomo», Elías y Alvaro pasan por una auténtica metamorfosis que recuerda la de Kafka. Ellos buscan esa reacción en el público y lo consiguen. Llevan así tres años y han llegado a Washington. Son los únicos españoles del Primer Festival de Arte en la Calle de la capital de USA.

Elías Aguirre y Alvaro Esteban. O lo que es lo mismo, EA&AE. Madrileños, 33 años. Artistas de la danza y la coreografía. Hacen lo que les gusta y les gusta lo que hacen. Se lo pasan bien y encima triunfan. Otro ejemplo más de que hay quien quiere y puede.»Estamos felices» me dice Alvaro. Desde luego lo parecen y no me extraña. Voy a contar qué es esto de «Entomo», su primera colaboración juntos, y cómo surgió.

Y empezó por lo que empiezan muchas cosas. Por una afición o una pasión. En este caso de Elías, un auténtico «loco» de los insectos. Acostumbrado a observarlos y analizarlos, propuso a Alvaro hacer una coreografía inspirada en estos bichos…lo mismo puede ser un grillo que una mantis religiosa. Inquietantes y hasta repulsivos en según qué movimientos. Y ellos los reproducen con un automatismo y una exactitud que no sabes si estás viendo a dos personas o a dos saltamontes atacándose, pongamos por caso. Alucinante.

Elías y Alvaro se conocían desde que estudiaban juntos en el conservatorio y habían coincidido en algunas ocasiones.  «Entomo» nació en 2009 y sus 12 minutos de coreografía no dejaron indiferente ni al público ni a  expertos. Ha recibido varios primeros premios, entre ellos el del Público en el Certamen Coreográfico de Madrid de 2009, y un año después, ganaron el Certamen Internacional Burgos-Nueva York, y el Iberoamericano Alicia Alonso…Reconocimientos y llamadas para actuar en festivales de medio mundo.

Me gusta su coreografía por original, moderna y bien realizada. Y me gustan ellos. Son simpáticos, naturales, dan la impresión de que les conoces de toda la vida, su conversación es entretenida y cómoda. Viven contentos este momento en unos tiempos inciertos pero no parecen ser de esos que están encantados de conocerse. Saben que todo cuesta y el futuro dirá. Lo más difícil, tener una vida privada ordenada. Ven poco a sus novias, a su familia. Pero disfrutan de lo que tienen.

Me gusta además porque dan otra imagen de la danza española, porque su coreografía ofrece una perspectiva muy distinta al tópico con el que todavía se relaciona cualquier espectáculo «made in Spain» fuera de nuestras fronteras.

Acaban de actuar en Washington, en la calle y en el Kenndey Center, dentro de un festival que pretende eso, acercar el arte a los ciudadanos, involucrarles y además es gratis. La Embajada española les propuso y la organización les fichó.

Les deseo mucha suerte y seguir recorriendo mundo levantando aplausos, admiración, sorpresa y buenas críticas con «Entomo» y lo que venga.

“Donde insectos y humanos se juntan.  A través de una lupa se observan dos pequeñas criaturas y el microcosmos que las rodea. Podrían ser humanos, podrían ser insectos. Territorialidad, la conquista de espacios”.

Aquí os dejo el vídeo «presentación» de esta coreografía. Muy buena también la música de Samuel Aguilar.

http://vimeo.com/9111244

¿Inquieta o no?