Cualquiera diría -viendo la reacción de este bebé ante una revista de papel- que nacen ya con la tecnología táctil incorporada. Según un reciente estudio de Nielsen el 44% de los chavales de entre 6 y 12 años quiere un iPad como regalo de Navidad. Y si pudiéramos preguntar a los bebés, la respuesta no sería muy distinta, porque ellos también se sorprenden, entretienen y aprenden con la famosa tableta. Incluso tienen su propio mercado de aplicaciones. Aquí van algunas de las más interesantes: 


Magic Piano no requiere de conocimientos musicales y ofrece al niño la posibilidad de tocar un piano en escalera de caracol o con teclas de diferentes tamaños. También se pueden bajar gratis distintas melodías para que el niño siga el ritmo. Una entretenida aplicación que fomenta la curiosidad por la música y los instrumentos. Disponible en la App Store por 1,59 euros.

Cut the Rope  es el famoso juego del bicho come-caramelos en el que hay que ir rompiendo cuerdas. Se dice de él que ayuda a desarrollar la capacidad de resolución de problemas y a fomentar la memoria. Aunque el objetivo del juego sea captar el mayor número posible de puntos (estrellas) los peques se conforman con ir rompiendo cuerdas para alimentar al glotón. Existen tres versiones para el iPad: dos gratuitas de prueba y la de pago que -por 1,59 euros- incorpora muchos más niveles (recomendada para los papis, claro).

Una de mis favoritas: Bloc de dibujo para iPad es un completo programa que desarrolla la expresión creativa del niño a través del dibujo. Se pueden elegir los colores, el tipo y el grosor de las brochas, distintos sellos con sonidos, coloridos fondos e incluso fotografías de la biblioteca, para pintar sobre ellas. El resultado se puede guardar, enviar por correo o borrar, simplemente agitando el iPad como si fuera un TeleSketch. Su manejo es tan sencillo, que casi no tiene límite de edad. Aquí tenéis la prueba, en las regordetas manos de un bebé de 18 meses:



Pensada para niños de 3 a 6 años, NanoFruits es algo más que una aplicación de dibujo: incluye también un juego de puzzle y otro de parejas, dispuestos de una forma que resulta muy llamativa para los pequeños. Cualquier avance en el juego es celebrado con vítores, trompetas y globos que explotan en el aire. Cuesta 1,59 euros.

Más completa, Game 4 Kids ofrece hasta seis divertidos juegos que permitirán al niño tocar un instrumento, cantar y grabar el sonido, completar un rompecabezas, adivinar y aprender los nombres de los animales escuchando su sonido, dibujar o retar a la memoria con el Sound Simon. Un “todo en uno” por 0,79 euros.

Puede parecer a simple vista una de las tonterías más grandes del mundo, pero os aseguro que la Talking Tom Cat es una de las aplicaciones que más atraen a los niños. El programa en cuestión muestra a un simpático gatito con el que el niño interactúa en “modo infinito”: repite con su peculiar voz todo lo que oye, responde con movimientos y ronroneos a los golpes o caricias e incluso puede caer KO si la “paliza” es prolongada… Encontramos también esta aplicación con otros animales: jirafas, hipopótamos, pájaros, puercoespines o robots, pero sin duda el gato es uno de los que más éxito tienen. Son en su mayoría gratuitas, aunque existe la posibilidad de comprar animaciones extras por 2,39 euros.

Como esta fiebre por lo táctil se veía venir, alguna empresa espabilada se ha adelantado y ha creado su propia tableta para bebés: es la Vinci de Rullingnet, fabricada con material muy resistente, pantalla de 7″, cámara de 3 megapíxeles y un diseño que permite al pequeño cogerla con facilidad. La venden por 389 dólares en Amazon.


Y llegados a este punto,  me siento en la obligación de recordar que por mucho que se diga que estos juegos fomentan la creatividad y la independencia y que la tentación de tener a los niños entretenidos durante horas sea grande, nada puede sustituir a una buena guerra de besos o un paseo al aire libre.

Vosotros decidís con qué imagen os quedáis…