Cansada de la vorágine de nuestro día a día. Estresada por no llegar a dónde una madre con tres hijos trabajadora se supone que debe llegar (aquí en realidad hablo de mi, no de ella). Preguntándose si hacemos bien al dejar entrar a nuestros pequeños en esta horrible sociedad loca por el consumo, una amiga nos planteaba a otras la idea de comprarse una granja e irse con la familia al campo. ¡Todas de acuerdo! Como siempre empezamos a imaginar cómo sería nuestra nueva vida en la nueva aldea: una la maestra, otra construiría las casas, otra médico… pronto la cosa se nos fue de las manos y decidimos, no sé como, que nos íbamos a hacer Amish.
Trece familias de Amish en un pueblo perdido, en realidad somos catorce familias, pero hubo una que desde el principio dijo que ella no. Pues total, que mientras ellas discutían sobre cosas importantes, como quién iba a arar el campo, yo, que soy una frívola sólo pensaba: ¿Que me voy a poner en el poblado Amish? ¿pueden llevar tacones? Yo esos gorros no me los pongo. Así que me puse a buscar alternativas de vestuario para mi «new life» como mujer Amish.
Primero me acorde de una de mis firmas favoritas: D-Due. Gallega de origen y fabricación en su segunda línea de ropa, llamada Lab, Charo, su diseñadora, se inspira mucho en este tipo de vida sin presión, sin ataduras, ropa libre de espíritu. Este vestido sin ir más lejos, me lo pondría encantada y feliz.
Las mujeres Amish no pueden llevar pantalones ni estampados estridentes. Siempre visten de colores frios y con vestidos midi. Así que me fui a buscar por la moda que viene del norte, el diseño sueco, las cosas made in H&M. Cos, que pertenece al imperio H&M es un filón en este estilo y además me encanta. Metiendo a esta marca, además, consigo que una de las dudosas en esto de hacerse Amish se venga con nosotras a la aldea, ya que Cos está entre sus marcas favoritas.
Siguiendo en la misma empresa, el Inditex sueco, tiene también varias alternativas interesantes es otra de sus firmas, &Other Stories.
E incluso en la propia H&M puedes encontrar ideas para hacerte una Amish en toda regla.
La búsqueda de atuendos Amish me ha ido animando a la idea de irme a la granja con todas. Es una idea tentadora… eso hasta que me fijé en los zapatos que llevan…
Entonces ya os digo que no, no me pongo yo esos zapatos ni aunque sean los últimos del planeta. ¡Prefiero ir descalza! La idea de hacerme Amish se queda en las ilusiones e imaginaciones de un grupo de amigas. ¡Cris, me quedo contigo!
Que buen comentario¡ yo cuando mis hijos eran pequeños soñaba con una granja en el Pirineo con caballos y vacas pero no gallinas, los sueños se repiten
Yo prefiero un pueblo que una granja… Soy más de delantal!
Pero rel post chapeau!!!!!
Besos
Sabes q las amish hacen parchwork???
Querida Ux….ni los vestidos ni los zapatos!. No me ha llamado a mí nadie por este camino Amish. Desde que perdí mi oportunidad con Harrison Ford en ‘Único testigo’, dejó de tener interés para mí!!!!
Lis vestidos ni uno. Pero esos zapatos tienen una pinta de cómodos…
Querida amiga amish, ni las opciones de Cos, ni las de h&m, ni las de inditex.
Ninguna de ellas me seduce. Me recuerdan a una vida mongil que si la hubiera querido ya la habría elegido.
Pero dado que vamos a partir de cero en nuestra nueva vida a reconstruir una aldea y a practicar la endogamia de nuestros cristinitos, también podemos optar por una nueva moda amish. Somos fundadoras de una nueva sociedad. No hay que anclarse en la arcaica moda amish. Por ahí no paso.
Nosotras elegimos los artículos y bases de su Constitución. Y la asesora de moda ya sabes q eres tu.
Ahora adivina quien soy. Como siempre con cariño.