La vieron el otro día tirando del carro de la compra cual mujer-moderna-pringada-madre o lo que a cada una le inspire esta imagen. Pero por más gorra de beísbol que se calce o más de «andarporcasa» que se vista, Michelle Obama es Michelle Obama. Y la pillaron o…¿ quizá no fue tan casual esta casualidad?




La foto no es de un espontáneo que quiso inmortalizar la ocasión con su móvil. No. El autor es Charles Dharapak, veterano fotógrafo de la agencia Associated Press, y encargado de cubrir, además, la Casa Blanca. ¿Demasiada coincidencia que justo él estuviera en el momento Michelledeincógnito? Hay quien cree que fue premeditado. Ni el autor de la foto ni su agencia ni la Casa Blanca aclaran nada. Tampoco el hipermercado que, sin previa autorización, no permite fotógrafos de prensa en su interior.



Quienes sospechan, sostienen que es una buena jugada mostrar a Michelle como una americana más, un sábado, comprando en un hipermercado de precios baratos. La hace cercana, gana simpatías y de paso, ayuda a contrarrestar su otra imagen de primera dama glamurosa y amiga del estilismo caro, algo impopular en tiempos de crisis.


                      Foto reportaje en la revista Vogue en 2009


A poco más de un año de las elecciones en USA, hasta lo más aparantemente trivial cuenta. No hay tregua.
Algunos conservadores han criticado sus viajes privados al extranjero -recordemos sus días en España, por ejemplo-, sus vacaciones en la exclusiva isla de Martha Vineyard o los diamantes -por cierto, prestados y valorados en 40.000 dólares- que lució en su brazo durante un acto para recaudar fondos destinados a la campaña demócrata.

                         Saliendo de una cena en Martha Vineyard(foto AP)

Esto me recuerda, salvando las distancias, lo que pasa con
la Princesa de Asturias. Haga lo que haga y vaya como vaya siempre hay quien la critica. Supongo que va en el cargo.

Volviendo a Michelle, encuentro legítimo y hasta sano que se tome sus respiros con escapadas de vida normal y anónima aunque el servicio secreto que vela por su seguridad no piense, quizá, lo mismo. Ser primera dama tendrá sus privilegios, no lo dudo, pero tu vida no te pertenece demasiado. Preservar tu intimidad es de malabaristas. Tus vacaciones, tus aficiones, tu familia están en el punto de mira de cualquier objetivo indiscreto.

Michelle concentra sus energías en su propia agenda y abanderando la vida y la alimentación sanas. Su campaña «Let’s Move» busca concienciar a padres y niños de lo importante que es comer bien y hacer ejercicio en el país con más obesos del mundo. 




¿Compensa? ¿Es mejor ser ciudadana anónima o tener ciertos privilegios a costa de perder libertad? ¿Cualquiera puede o hay que tener algo especial para lidiar con ello?