Yo soy muy de sexo en los aviones y no sólo es por vicio, es que me aterra desafiar a la ley de la gravedad y prefiero estar entretenida. Porque no penséis que es tan fácil encontrar a un compañero dispuesto a «planear» conmigo, ni siquiera para una mujer tan explosiva como yo. Hay que currárselo.
Lo más difícil es el «casting» . Hay que mirar sin prejuicios porque no sólo los tíos buenos tienen lado salvaje. Yo últimamente utilizo alguna app como «Wingmen» para conectarme con los demás pasajeros y pactar un encuentro sexual durante el trayecto. «We Met On A Plane» es otra aplicación que busca a otros viajeros con los mismos intereses. También he probado «Meet At The Airport» pero sólo me ayuda si quiero tener sexo antes de despegar. Y si la tecnología no ayuda sólo queda improvisar.
La mayor parte de las compañías lo prohiben POR ESO ES MÁS EXCITANTEEEEEE pero hay alguna como «Virgin America» que ofrece su sistema Seat-to-Seat para fomentar el ligoteo. Permite conectar desde la pantalla del asiento con ese vecino de otra fila que te mira de reojo y enviarle mensajitos. Una encuesta del buscador de vuelos y hoteles Jetcost ha revelado que un 6% de españoles ha tenido un encuentro sexual en su asiento durante el vuelo y otro 11% eligió el cuarto de baño. Los que lo reconocen dicen que lo más divertido es la emoción de no ser pillado. Según la encuesta, el 23% de los que han tenido un encuentro íntimo en sus asientos admitió haber sido sorprendido por otro pasajero o por un tripulante de cabina. Los franceses, italianos y británicos son mucho más impulsivos que nosotros. En el caso de los franceses un 24% de los encuestados admitió haberlo hecho, los alemanes son los más conservadores de Europa, con solo un 4%.
Yo aún no me he hecho del ‘Mile High Club’ ? el club de los que han tenido sexo en un avión. Para formar parte del Club de la Milla de Altura sólo es necesario haber mantenido relaciones sexuales en un avión durante el vuelo, siempre que haya sido a más de una milla de altitud (1609,3m).
La leyenda dice que Lawrence Burst Sperry (inventor del piloto automático en 1914), fue el primer miembro en ingresar. supuestamente le estaba enseñando el funcionamiento de su invento a una celebridad local, Cynthia Polk, cuando su avión se estrello en el agua mientras «inauguraba el club», parece que tanto movimiento desconectó el piloto automático accidentalmente. Yo como en el fondo soy una romántica me quedo con la escena final de Casablanca. Seguro que si los dos hubieran podido subir a ese mítico avión habrían saltado chispas….
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