Llega el mes de julio y asoman los maratones de otoño. Quizás los más sufridos de preparar por el calor y los excesos cerveceros y gastronómicos pero casi con seguridad los más seductores. Los hay para todos los gustos y bolsillos.

Para quienes buscan marca, para quienes aspiran a debutar sufriendo lo menos posible y para los más bregados en el reto a Filípides. Esta es una pequeña guía. Hay muchos pero había que quedarse con cinco. En la primera entrega, tres europeos.

MARATÓN DE BERLÍN

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El 27 de septiembre, un ejército de keniatas y etíopes salen a disputar un “sprint” de más de 42 kilómetros con la misión de ganarle algún segundo al crono, dar un zarpazo récord del mundo y acercarse lo máximo posible a las dos horas. Eligen Berlín porque su recorrido es lo más parecido a un plato y no precisamente sopero. Llano hasta el aburrimiento según los más puristas pero perfecto para hacer marca. Si el día acompaña, la animación en la calle está asegurada con decenas de bandas de música que adornan el recorrido de una ciudad que conserva por doquier huellas del infame pasado nazi. Si no hay suerte con el tiempo, la animación decae pero no falta hasta llegar a la mítica puerta de Brandemburgo que hará imborrable el recuerdo de uno de los seis grandes Maratón Majors. Correr Berlín no es fácil salvo que se haga a precio de agencia especializada, en torno a los 700 euros, para asegurar dorsal. La otra opción es un sorteo para entrar en una carrera que agota con rapidez las más de 30.000 plazas ofertadas. Para correr Berlín, además de estar preparado, hay que tener suerte, paciencia o dinero.

MARATÓN DE AMSTERDAM

 

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Maratón menos glamouroso y mediático que Berlín pero tan apetecible o más. Perfil muy llano, perfecto para hacer marca, y ciudad idílica a poco más de dos horas de avión de España. Se disputa el 18 de octubre con salida y llegada en el estadio olímpico, algo que da un encanto todavía mayor a la prueba. Es un maratón barato y fácil de organizar de forma individual. El dorsal está en torno a los 70 euros, los vuelos se pueden conseguir por cerca de 150 y la oferta hotelera es amplia y bastante variada. Amsterdam ofrece la posibilidad de optar por el medio maratón y por una carrera perfecta para acompañantes iniciados que se atrevan con el reto de rodar 8 kilómetros envueltos en el ambiente del maratón.

MARATÓN DE VALENCIA

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La tercera opción para un gran maratón de otoño la encontramos sin salir de casa. El 15 de noviembre Valencia echa el resto en una prueba que gana enteros año a año y que va camino de convertirse en uno de los grandes referentes europeos. La prueba lo tiene todo: un perfil perfecto, un recorrido animado, entorno fantástico y salida y llegada en una preciosa Ciudad de las Artes que recibe a las maratonianos como héroes. Valencia se ha hecho un hueco en el calendario de maratones internacionales, pelea con Barcelona la medalla del prestigio hispano y con Sevilla la etiqueta de carrera de 42,195 km más rápida en suelo español. Valencia tiene la gran ventaja de que el traslado es fácil con opción de carretera, AVE, avión o barco desde Baleares y precios muy competitivos. La oferta hotelera es muy buena, el precio del dorsal es asequible y la oferta gastronómica de la ciudad y su entorno es rica y muy variada. Cruzar el “charco” es otra opción y también otra historia. La que contarenmos en a próxima entrega de Universo Runner.