Le pasa a uno de cada tres trabajadores en Estados Unidos. El sueño americano se resiente y no, precisamente, porque se haya dejado de creer en él. El país de las oportunidades pierde horas…de sueño, de ese tan reparador y necesario descanso. Son muy pocos los que duermen más de siete horas, el mínimo recomendado por los expertos para luego estar bien despierto, rendir más, disfrutar de buena salud…y humor.

Lo sospechaba. Alguna vez me he lanzado a la calle muy muy temprano y me ha sorprendido ver gente en los gimnasios desde ¡las cinco de la mañana! . ¿A qué hora entonces, se han levantado para estar tan activos? Hay que aprovechar el día, me dijo alguien una vez. Si lo entiendo. Luego van a trabajar y no hay tiempo para nada, ni apenas comer. Otra tradición muy americana, esto de tomar el «lunch» , un sandwich en la oficina, una fruta, cuando no un café y a seguir… hasta la hora de la cena. Los más aforturnados, a las seis de la tarde, los demás, a partir de las siete y media. Lo sé, es muy pronto, me direis, y pueden irse a la cama muy pronto también. Pues no parece ser así.

El último estudio del Centro de Salud Nacional de Estados Unidos dice que el 30 por ciento de los trabajadores americanos  duermen menos de seis horas por la noche. ¿Las causas?, va por profesiones. Quienes menos duermen son quienes se dedican al cuidado de enfermos y después, los abogados, los médicos, los policías, los economistas, programadores informáticos… Sin olvidar a los que trabajan en los turnos de noche, bien sea en un hospital, aeropuerto,  empresas de transporte o reparto, por ejemplo.

La edad también cuenta. Según esta encuesta, duermen mejor los más jóvenes- entre 18 y 29 años- y los que superan los 65. El sueño se resiste  en cambio para los que tienen entre 30 y 64 años, la gran mayoría. Si tienes más de un trabajo, duermes peor que sí sólo tienes uno. Si trabajas más de 40 horas a la semana, peor que si lo haces menos.

Y mucho peor tiene que ser cuando no hay trabajo ni ingresos y sí una familia que mantener. Este estudio sólo se centra en la población empleada.  Otra cosa es conciliar el sueño cuando se está en paro un mes tras otro y los problemas y la ansiedad aumentan.

En cuanto a los que mejor duermen: los que trabajan al aire libre y puro de los bosques, seguidos por los peluqueros, representantes, barmans, obreros de la construcción, deportistas y jardineros. Pero aún así, el que más descansa en la cama  logra, como mucho, 7 horas y 20 minutos de sueño seguido.

La falta de sueño pasa factura en la salud. En la de los americanos y en la de todos. Está relacionada con depresiones, afecta al sistema inmunológico, produce falta de memoria,  hipertensión, obesidad y mucho más cansancio con lo que eso supone en el trabajo y en la relación con los demás…Resumiendo, se vive peor.

A este estudio le echo en falta, ya que estamos, una alusión a lo que supone la maternidad/paternidad en la calidad y duración del sueño. Eso sí que es un antes y un después. Ya no se vuelve a dormir igual. Así que aprovechad los que  no habeis pasado por la experiencia…

¿Dónde quedan esos tiempos en los que se podía dormir nueve horas seguidas sin que un despertador,  un niño, una llamada, un móvil o una pesadilla interrumpiera ese estado de inconsciencia, reposo y felicidad?  

 

 

 

 

Eso sí que era soñar…