¿Os suena, eh? Quién no lo ha pensado alguna vez o lo ha dicho y hecho. Pero no nos confundamos que esto no va de pasiones desatadas ni de amor. Es otro tipo de relación. Muy dependiente, también, y sin la que los interesados no pueden vivir. Una relación, a veces tan arbitraria, como la de un producto y quien lo consume. O una revista y quien la lee. Las polémicas portadas de «Time» o «Newsweek» por un lado, y la multa a una marca deportiva, por otro, me han hecho atar cabos.
Más de 40 millones de dólares pagará la marca Skechers por engañar a los consumidores sobre las propiedades de sus famosas «shape-ups», «tone-ups» y «resistance runner», zapatillas de deporte que, aseguraban, «ayudan a perder peso, a fortalecer y tonificar los glúteos, piernas y los músculos abdominales»…. «sin poner un pie en el gimnasio». Y, hasta añadían, previenen enfermedades del corazón.
Ante las reclamaciones de quienes habían depositado su fe en estas zapatillas increíbles, la Comisión Federal del Comercio de USA demandó a la empresa y ésta ha acordado pagar la indemnización. Y no lo hace porque reconozca que ha engañado, sino por no seguir adelante con el elevadísimo coste de un proceso legal que se extendería en el tiempo y por varios tribunales del país. Ellos siguen defendiendo los «dones» de su producto.
Por rizar el rizo, en uno de sus anuncios aparecía un quiropráctico que «vendía» que un estudio independiente destacaba los logros de las mágicas «shape-ups». Un experto que cobraba por ello y, casualidad, está casado con una ejecutiva de Skechers. Así que la Comisión del Comercio de USA ha venido a decir a la marca que «menos lobos» , que primero demuestre científicamente lo que dice y hasta entonces, no vuelva a colocar esos mensajes.
Pero…¿qué pasa con otro tipo de reclamos? ¿Los que vienen en imágenes de portada, envolviendo una información seria, para que compremos la revista?
Objetivo indiscutible: llamar la atención, conseguir interesar y se queden contigo. «Time» parece haberlo conseguido con una de sus últimas portadas.
Pocas veces, por no decir ninguna, había visto «vender» mejor los efectos de la lactancia en la maternidad. Imposible no pararse ante esta imagen y este mensaje. Imposible resistirse al impulso de leerse de principio a fin la información. Un reportaje, por cierto, sobre el doctor Bill Sears y su teoría acerca de cómo estrechar los lazos afectivos de los padres con los hijos.
La portada ha levantado su polémica. De quienes se han escandalizado. De quienes creen que una de las revistas referencia en Estados Unidos se rinde al sensacionalismo con tal de vender más…Quienes ven un intento de seguir una táctica parecida a la de «Newsweek», más curtida en sacar portadas que dan mucho de qué hablar…como la de su último número.
Dedicado esta vez al presidente de Estados Unidos y su apoyo a los matrimonios entre homosexuales. Titular: «Obama, el primer presidente gay». Provocar, provoca.
Tampoco se cortó la revista cuando «resucitó» a la princesa Diana al lado de Kate Middleton con motivo de la boda del príncipe Guillermo. O cuando sacó una foto de la congresista republicana Bachmann con una mueca extraña y tituló «la reina de la rabia».
Lo cierto es que este semanario, en caída en la última década, ha conseguido aumentar un 30% sus ventas desde el año pasado. Justo cuando se puso al frente Tina Brown, ex del «The New Yorker, conocida por sus portadas y capacidad para provocar ese efecto en el lector que, muchas veces , no se sabe si simpatiza con ese mensaje o todo lo contario, pero termina comprándolo.
Esta forma de vender..¿es acertada, brillante o de chiste fácil? ¿Demuestra debilidad o personalidad? ¿Hasta dónde se puede llegar por llamar la atención?
Es una reflexión muy profunda sobre una realidad que está transformando el periodismo. La información queda relegada a espacios minoritarios para ofrecer entretenimiento a la mayoría de los lectores, oyentes, televidentes… Es la cultura de lo visual. La entronización de «lo que entra por los ojos». Muy interesante Sagrario.
Feliz Día de Internet a tod@s .
Mi opinión es que la multa a la marca Skechers está muy bien puesta, es un fraude engañar a los consumidores sobre las cualidades del producto que consume. Publicidad engañosa bastante corriente. Otra cosa es que en un mundo saturado de imágenes intenten los publicistas atraer la atención mediante un mensaje provocativo e impactante, incluso con frases de doble sentido, etc…, en román paladino que hablen aunque sea mal. Los ejemplos ilustrativos de lo más logrado.