Pues sí, sé de lo que hablo, porque ostento el penoso record de haber probado casi todos los métodos para dejar de fumar, con el mismo resultado: fracaso absoluto. Por eso no me cierro a ninguna posibilidad, incluida la virtual. Recientemente me topé con esta curiosa recopilación de aplicaciones para el móvil que –en teoría- te ayudan a abandonar el asqueroso hábito del tabaco. Estoy dispuesta a probar…
Antes de nada, hay que aclarar que ninguna de ellas promete resultados si no hay fuerza de voluntad. Son sólo herramientas que refuerzan la decisión de dejar el tabaco a golpe de información, datos y hasta juegos.
QuitNow es tal vez la más popular: Sirve tanto para iOS como para Android y además es gratuita. Básicamente lo que ofrece es información: el tiempo transcurrido desde que fumamos el último cigarrillo, el dinero ahorrado y los indicadores de salud que irán mejorando a medida que el cuerpo elimina las toxinas.
Kwit es de pago (1,79 euros) pero su propuesta es perfecta para los que necesitan un extra de motivación. La cuestión se plantea como un juego, una serie de retos que el usuario debe ir avanzando como si de un videojuego se tratara. La App incorpora además gráficos que muestran la evolución.
NicoStopper se presenta como la más «científica» de todas. Diseñada por psicólogos, personaliza cada estrategia en función de la información facilitada por el usuario: motivación o debilidades. Con esos datos, la App fija la terapia más adecuada a cada perfil. Disponible sólo para iPhone (3,90 euros).
Quit Smoking se presenta con forma de widget y propone abandonar el hábito reduciendo paulatinamente el número de cigarrillos consumidos. La aplicación propone un plan personalizado basado en los indicadores generados por otros miles de usuarios. Y es gratuita.
Smoking Machine no es precisamente una aplicación que te ayude a dejar de fumar, aunque te da motivos para ello. Lo que hace es mostrar los efectos del tabaco sobre el rostro. Introduciendo una fotografía, veremos cómo el tabaco irá envejeciendo la piel y los rasgos faciales.
Algo parecido a lo que ya os mostré en otro post, aquella curiosa aplicación que adivina cómo seremos de viejos. Como para pensárselo…
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