A lo mejor ya habíais oído hablar de él. En Estados Unidos este crío de 12 años es un fenómeno social. Se llama Jacob Barnett y su madre publica esta semana  un libro en el que cuenta como a los 2 años le diagnosticaron una forma de autismo. Le dijeron que no podría llevar una vida normal. Y en cierto modo acertaron porque su cociente intelectual es de 170, superior al 160 de Einstein. 

En Estados Unidos aman a quienes saben hablar en público, otra de las asignaturas pendientes para los españoles que dentro de poco no sabremos hablar ni con nosotros mismos. Las conferencias de este chaval (que padece síndrome de Asperger) resultan sorprendentes, no sólo porque no teme al escenario, sino por lo qué dice. En Estados Unidos llevan siguiéndole la pista desde que, con 8 años, entró en la Universidad y algunos de los programas televisivos más prestigiosos le han dedicado reportajes y entrevistas.


Jacob hacía puzzles de 5000 piezas a los tres años. Le queda un largo camino pero quién sabe qué puede hacer en el futuro. Einstein tenía 36 años cuando publicó la «Teoría general de la relatividad». En los medios rápidamente se le presenta como uno de los científicos que quizás ayuden a descubrir el origen del Universo. De momento Scott Tremaine, de la Universidad de Princeton, ha reconocido que Jacob está trabajando en una teoría en la que intervienen varios de los problemas más difíciles de la astrofísica y la física teórica. Asegura que «cualquier persona que los resuelva estará en el camino para ganar un Premio Nobel».

Os propongo resolver un problema por el que no os darán el Nobel pero que resulta entretenido y luego sirve para «presumir» entre los amigos. Venga, todos a pensar…