Es curioso. Se llenan páginas y páginas en  revistas, en periódicos y minutos en la televisión hablando de cómo viste la Princesa de Asturias, de si lo hace bien o mal, de Mango o de Zara… sin embargo, nadie habla de cómo se viste la Reina.

Pues la Reina está de moda, y nunca mejor dicho. El 14 de mayo celebra las bodas de oro de su matrimonio con el Rey, y aunque no van a hacer nada «oficioso» no se para de hablar de ello.

Doña Sofía es, para los que no lo sepan, griega de origen alemán. Cuando llegó a nuestro país todavía no era Princesa, si griega, pero no española, este título llegaría un poco más tarde. Como todo el mundo en aquella época, la moda llegaba de París, y a la capital francesa la joven Sofía se iba con su madre, la Reina Federica, y con su hermana, la Princesa Irene, de compras.

Siempre le ha gustado la moda, aunque a su propio estilo. En sus primeros años de reinado, allá por finales de los 70 principios de los 80, la esposa de don Juan Carlos era fan de Elio Benhayer, que la vestía mucho y bien. El modisto fue la aguja de grandes diseños de la Reina, como cuando vestía a las Infantas Elena y Cristina, niñas por entonces, igual que ella.

Doña Sofía tiene dos estilos, y a pesar del paso de los años, siguen muy diferenciados. La Reina tiene un armario para el trabajo y otro para sus momentos más privados. Como prenda comodín, tirando de hemeroteca, veo que siempre le han gustado los vestidos de media manga, por debajo de la rodilla y poco llamativos. Esto para su papel de Soberana.

Fue la Reina la que le dijo a la Princesa de Asturias, cuando llegó a Zarzuela, que eligiera a un diseñador como «modisto de cabecera». Ella tiene una desde hace años que es Margarita Nuez. La creadora viste a doña Sofía en los momentos más importantes, como las bodas de sus hijas, no en la de los Príncipes de Asturias que se vistió de Pertagaz, con más o menos acierto, pero siempre en el estilo que la esposa de don Juan Carlos tiene.

Pero todo cambia cuando doña Sofía se relaja y se viste de sport. Cuando la Reina se quita la tiara (sólo de forma literal porque una es Reina 24 horas al día) y viaja a un país en desarrollo, visita algunas ruinas (su pasión es la arqueología) o simplemente pasea por las calles de Palma de Mallorca en compañía de sus hijas o su hermana. Entonces Sofi (como le llama o llamaba el Rey) deja volar su imaginación, se enamora de los estampados más llamativos, las telas más originales y calza alpargatas o menorquinas.

Cincuenta años juntos, son muchos, en los que podemos ver fotos y fotos de doña Sofía. Trajes, vestidos, pantalones, camisas…. de las que nadie habla, y no logro entederlo. Nuestra Reina es una mujer con mucho estilo, propio y peculiar, pero en mucha cantidad.