La Reina es una de sus mayores fans. De hecho hace un par de semanas, estrenaba en Zacatecas, México, un abrigo de la nueva colección de esta marca de la que vamos a hablar hoy.
De nombre impronunciable, en realidad nadie sabe cómo se dice, yo a los de Uterqüe, les llamo los «pijos» de Inditex. Porque en realidad son la misma factoría que Zara, Stradivarious u Oysho, pero con un diseño un poco más «chic», materiales ligeramente mejores y precios muy superiores.
Cuando digo que me equivoqué con Uterqüe lo digo con razón. Además de a doña Letizia, a mi madre, también le encanta esta tienda, aunque siempre acabe comprándose una camisa blanca (ni ella misma sabe cuantas tiene). Yo he renegado mucho de Uterqüe, me parecía Zara con los precios multiplicados por tres o cuatro, hasta que empecé a bucear un poquito más en sus diseños.
En los «pijos» de Amancio hay que comprar en rebajas. A diferencia de lo que ocurre en el resto del imperio Ortega, en Uterqüe suelen dejar las cosas de temporada en vez de sacar todo el almacén de oportunidades del año en que Amancio fundó su primera tienda en La Coruña. Los saldos de Uterqüe suelen ser aprovechables, aunque no chollos, este vestido naranja de seda pasa de 115 euros a 59,90 euros.
Su estilo se basa en básicamente en el blanco y negro y un minimalísmo para una mujer diría yo a partir de los treinta que sigue las tendencias pero sin caer en los extremos. Sin ir más lejos esta camisa no tiene edad, de hecho, supongo que mi madre ya se ha hecho con una. Esta no está rebajada, 69 euros, en el rincón ordenadito de la tienda (es decir, lo que no tiene descuento está siempre perfecto, lo que está rebajado es cómo si Hannibal y sus hombres se hubieran probado todo).
Uno de los puntos fuertes de Uterqüe es la piel. Les gusta trabajar este tejido y hacen verdaderas chuladas. Este otoño-invierno (ya sé que hablar de piel con 40 grados en el exterior es duro, pero es lo que ya tenéis en las tiendas) les ha dado por las chaquetas y chalecos de pelo teñido, este en zig zag es ideal. Su precio, 695 euros, no apto para todos los públicos, pero una buena inversión para el frío, que os prometo que vendrá.
La bisutería es siempre XXL y suele tener mucho color o ser de forma espectácular. Este collar imitando el acero me recuerda a los que llevan los Masai en Kenia y Tanzania para el baile este en el que saltan arriba y abajo. Es ideal, sobre todo para darle un poquito más de importancia a un LBD aburrido y soso.
Uterqüe comenzó sólo como complementos, sobre todo zapatos. Su estrella para el «rincón ordenadito» es esta sandalia con cristales, ¿queréis que apostemos cuanto tarda la Reina en gastarse los 245 euros que cuestan para tenerlos en su zapatero?
En definitiva y concluyendo, que mi relación con Uterqüe empezó con recelo, dejé que poco a poco me fuera conquistando hasta descubrir que puedo llegar a ser casi tan fan como mi madre e incluso como la Reina. ¿Os gusta vostros esta marca?
Me encanta todo y el diseño en punto es precioso revisar la tienda y os gusta todo