Empiezo a pensar que se trata de un fenómeno paranormal, porque no parece casual que yo, sedentaria por naturaleza, me vea rodeada últimamente de ejemplares de una extraña especie: los runners, individu@s que –vaya usted a saber por qué- sienten la necesidad imperiosa de correr poniendo a prueba la resistencia de sus músculos, sus pulmones y su corazón. Como no tengo ninguna intención de unirme a ellos, me propongo echarles una mano con algunas sugerencias…
Preparados, listos… 

Es probablemente el más completo de todos: el Motorola Motoactive, un reloj con sistema operativo Android de apenas 35 gramos de peso que se coloca en el brazo o la muñeca: permite controlar el móvil, y llevar un control de la distancia, la velocidad, incluso las calorías que se van consumiendo. Incluye un GPS que muestra el recorrido. Todos estos datos quedan registrados mediante wifi en una página de Internet y se sincronizan con Twitter y Facebook (ideal para competiciones entre amigos) Tiene pantalla touchscreen a prueba de lluvia, espacio para guardar más de 4 mil canciones y radio FM integrada. Como curiosidad, el aparato “aprende” qué canciones favorecen el ejercicio y las reproduce cuando “note” que flaquean las fuerzas. Estará disponible desde el 6 de noviembre en versiones de 8GB y 16 GB, a 249 y 299 dólares.

El GPS es el punto fuerte del Garmin Forerunner, un reloj de diseño deportivo con pantalla táctil que permite acceder a sus funciones con toques de pantalla, incluso con guantes. Monitoriza el ritmo cardíaco, la distancia, etc. Lo peor es su precio: 399 euros, aunque ahora está en oferta por 359 euros.


Concebido como un entrenador personal, el Nike+SportWatch GPS registra la distancia, el tiempo y el ritmo de la carrera, el ritmo cardiaco y las calorías quemadas. Como buen entrenador personal te recuerda que salgas a entrenar, memoriza las marcas y almacena tu historial. Cuesta 200 euros. 



Los aficionados a correr por el campo, agradecerán tener a mano este dispositivo cuando le salgan al paso esos fieros perros tan aficionados a perseguir corredores. El Dog Dazer II emite ultrasonidos que solo pueden ser percibidos por el animal. Hay otros modelos en el mercado, pero este es el que ofrece un mayor radio de acción. Cuesta unos 35 euros en la tienda de Amazón.


Sin necesidad de realizar grandes inversiones, podemos utilizar nuestros teléfonos móviles para los entrenamientos. Hay muchas aplicaciones en el mercado. Aquí destaco solo algunas de ellas: 

Para Apple, tenemos la Nike GPS App: su acelerómetro y su GPS permiten registrar en un mapa el recorrido diario, en el que vienen marcadas las variaciones de ritmo, la distancia, el tiempo de carrera o las calorías quemadas. Está en inglés y cuesta 1,99 dólares.

Runtastic PRO es una aplicación que, como la anterior, utiliza el acelerómetro y el GPS del teléfono para seguir las carreras y ofrecer estadísticas. Con una diferencia, esta App te permite conectarte con otros rivales y comparar datos (muy útil para los piques). Está en español y cuesta 5,99 dólares.

Dos aplicaciones más, éstas para Android: Runstar realiza el seguimiento de las carreras, y además permite marcar metas y objetivos. Incluye un MP3 que programa canciones específicas para los «momentos bajos». La propia aplicación la reproducirá cuando detecte que necesitas más energía.

StopWatch es la más simple de todas: Es básicamente un cronómetro que memoriza en el teléfono los tiempos de las carreras. También se puede utilizar para iniciar una cuenta atrás. Lleva incorporado un reproductor de MP3 y -lo más importante- es gratuita.

Y para terminar, un ejemplar del universo friki al que tanto me gusta asomarme de vez en cuando: 

Es Joseph Tame, creador de una extraña armadura que incorpora cuatro iPhones, un dispositivo Android, un iPad, tres routers inalámbricos, un monitor de ritmo cardíaco, una estación meteorológica y una pequeña antena satélite en el casco. De esta guisa corrió la última Maratón de Tokio:



Por cierto, completó los 42 kilómetros y consiguió el que seguramente era su objetivo: un minuto de gloria en las televisiones de medio mundo.