Ya está, ya pasó. Un año mas hemos sobrevivido a las fiestas navideñas con todo lo que conllevan: sus arbolitos, sus aglomeraciones, sus reuniones familiares y sobre todo… sus comidas-cenas pantagruélicas. Ahora viene lo realmente duro: tratar de poner nuestro cuerpo en el punto en el que lo dejamos. Y una vez más, la tecnología viene en nuestra ayuda.
Dicen las encuestas que el 90 por ciento de los propósitos con los que iniciamos el año se abandona en la primera semana. Será porque no nos tocan el bolsillo…
La aplicación GymPact es una comunidad en la que los usuarios pueden inscribirse y marcar un objetivo semanal de visitas a su gimnasio. Si no se cumple, el sistema retira una cantidad previamente acordada de su cuenta.
El funcionamiento de GymPact se basa en la geolocalización. Los usuarios tienen que buscar su gimnasio en una lista o añadir un punto de ‘check-in’ que el sistema tendrá que aprobar. Una vez registrado, cada uno marca el número de días que se ha propuesto ir al gimnasio y la indemnización que pagará en caso de que no cumpla su palabra.
Para incentivar a los usuarios el sistema no solo quita sino que también da. Cada semana, la web hace un balance de todo el dinero recopilado entre los usuarios que no han cumplido su palabra, y lo reparte entre quienes sí han hecho lo prometido.
Los creadores de esta aplicación aseguran que presenta una tasa de éxito del 90 por ciento, la misma que arroja el número de abandonos. Curioso ¿no?

Segundo propósito más recurrente: la dieta. Para este peliagudo asunto, os propongo olvidar el enojoso trabajo de contar las calorías que consumimos.
A la hora de controlar las cantidades, puede resultar muy útil este medidor de espaguetis creado por Stefán Pétur Sólveigarson: tan solo hay que introducir los espaguetis en la guía de manera que rellenen la silueta y ya tenemos la medida elegida entre varias opciones: niño, adulto o… ¡caballo! Podéis encontrarlo aquí por solo 13 euros.
Jajaja, que buenos los últimos gadgets! Yo me quiero comprar el de running para que me informe de todo cuando salgo a correr!
Hola Miryam, pues mira es un pueblo a 10 kms de Vitoria, y como mi marido es más de monte que las cabras pues nos hicimos una casita hace 6 años y si miro por una ventana veo el monte, y si miro por la otra, veo….más monte. Así que paz y tranquilidad….Je,je ven cuando quieras y asamos unas chuletillas en la barbacoa, ¡¡sin grasa eh!!!!!.
Besitos.
Marisa, ¡¡¡llévame contigo!!! Con dieta o sin ella, ese pueblo sin tiendas ni súper tiene una pinta estupenda. Ya me dirás dónde está ese paraíso. Un beso.
Je, je ¡qué bueno…!. Pero yo…¡empiezo el lunes te lo prometo! Creo que no me hará falta eso. Mi método por si le sirve a alguien es;
Vivir en un pueblo que no hay ni súper ni tiendas ni ná para evitar tentaciones.
Y lo segundo es llenar la nevera de lechuga, yogures, y atún.