Se llamaba Rehtaeh Parson, tenía 17 años, y se ha convertido en la segunda adolescente canadiense que se suicida después de meses de ciberacoso. En España en el último mes la guardia civil ha detenido a seis acosadores y ha advertido que retuitear imágenes de menores es DELITO.
La joven canadiense es el caso más grave. Fue violada por cuatro compañeros que además colgaron las imágenes en internet para ahondar su dolor y su humillación. Pero a algunos individuos no debió parecerles escarnio suficiente y se dedicaban a mandarle mensajes con proposiciones sexuales o insultos. Tuvo que cambiar de colegio y cayó en una depresión. Su sufrimiento se multiplicó por la pasividad policial y eso es lo que ha indignado aún más a la sociedad canadiense todavía conmocionada por la muerte de Amanda Todd otra adolescente que no soportó la presión del acoso.
En España en el último mes han sido imputados 6 jóvenes, tres de ellos son menores y están en libertad hasta que el juez decida las medidas disciplinarias y los otros tres (de 19, 26 y 28 años de edad) han sido encarcelados en Cataluña por acosar a más de un centenar de menores para que les enviaran imágenes sexuales.
Los 3 primeros son menores acusados de distribuir en redes sociales un vídeo que mostraba a otra menor haciendo una felación en un parque de Cádiz. Inmediatamente la Policía Nacional lanzó mensajes en Twitter para recordar que retuitear esas imágenes es un delito de pornografía infantil.
No puedo evitar mirar la fotografía de Rehtaeh y pensar que algo está haciendo mal esta sociedad. Siempre han existido «monstruos» aunque ahora tengan nuevas «armas» para causar dolor. No sé la respuesta pero deberíamos buscar soluciones o internet dejará un reguero de víctimas y será un mundo al margen de la ley.
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