«¡Ardor guerrero vibre en nuestras voces 
y de amor patrio henchido el corazooooón…!»
Una joven e inexperta madre entona el himno de Infantería con su hija recién nacida en brazos, mientras recorre la casa con paso marcial… Ésa era yo hace algunos años… Sí, parece un poco radical pero ¿qué no haría una madre para dormir a su bebé, cuando ya se han agotado las nanas, los paseos y los argumentos? Una vez más,la tecnología viene en nuestro auxilio…Es más sencillo de lo que parece. Al final todo se reduce a intentar reproducir los movimientos a los que el peque se acostumbró en el útero materno. Aquí hay algunos dispositivos que nos permiten realizar esta tarea sin esfuerzo:
El Lolaloo, es una mecedora automática de fabricación alemana que se acopla con un velcro al carrito de paseo. La intensidad del movimiento es ajustable y su duración supera las dos horas (espero que no sea necesario) Cuesta 174 dólares. 

El Lullabub vendría a ser algo así como“los pies que mecen la cuna”, pero sin niñeras psicópatas. Es un dispositivo que se coloca en las cuatro patas del mueble y se programa para reproducir movimientos de balanceo en varias modalidades: brazos de mamá (incluyendo los latidos de su corazón), movimientos de cochecito, o de barco. Y todo acompañado de una suave música para relajar al bebé. Su precio es de 189 euros e incluye las cuatro piezas y un mando de control remoto.

Esta, sinceramente, no me parece muy fiable: ¿Quién se atrevería a mecer a su bebé utilizando un sistema de levitación magnética? La Roanju Auto Swing emplea la misma tecnología que usa el tren más rápido del mundo para unir Shangai y el aeropuerto de Pudong a 430 km/h. Mediante un conjunto de electroimanes, la cuna “flota” durante unos 15 minutos, mientras suena una suave música. Lo dicho, demasiado arriesgado… Por si alguien tiene la tentación, sólo está a la venta en China (os ahorro el enlace).

Mucho más segura, la MamaRoo es una sillita o hamaca que también mece automáticamente al bebé. Tiene diferentes programas y tipos de movimiento, y conexión para el iPod. La venden a partir de 200 dólares. 


Sin grandes inversiones, podemos recurrir a  nuestro smartphone. Entre las muchas aplicaciones creadas para este fin, está la White Noise, disponible también para Android o Blackberry, que se ocupa de arrullar al bebé con suaves melodías.

Todos sabemos que el método más eficaz es el de los brazos, pero también sabemos lo que es estar desbordados por esa agobiante sensación de que te sobra trabajo, te falta tiempo y no tienes suficientes manos. Pues aquí está la solución:
La Zaky Pillow, una almohada con forma de manos que pueden calentarse cerca de una fuente de calor, para simular el contacto humano. También cumple la función de contención para evitar que el bebé se golpee con los barrotes de la cuna. La venden a partir de 160 dólares.

Y por no perder las tradiciones, terminaré con uno guiño a mi querido universo friki: es un sistema cien por cien casero y consiste básicamente en acoplar la sillita del bebé a un aspirador de esos que recorren la casa sin cables. Es mejor verlo en funcionamiento:


¿Qué, cómo se os queda el cuerpo?

Fuentes: Ohgizmo, Tecnodivas