Le he puesto el vídeo a Martina para que se suelte de la mesa, de la silla, de mi rodilla, de la escoba, de la cortina… pero de momento va pasito a paso buscando un punto de apoyo. Ella no lo sabe pero está a punto de dar un salto en la evolución que costó millones de años. En menos de dos semanas estará caminando, insegura, pero erguida. No hay que tener prisa y, aviso, vais a ver que hay simios que también lo consiguen y resultan aterradoramente humanos.
Lo habitual es que los niños sean capaces de trasladarse de forma autónoma al año de vida aunque hay críos que se lanzan a los nueve meses y otros que se hacen los remolones hasta casi el año y medio. Lo mejor es no meterles prisa aunque sea bueno motivarles. Hay incluso ejercicios para enseñar a caminar y hacerles sentir más seguros. En el proceso se caerán mil veces pero… ¡así es la vida! ¿o no? Para estabilizar la marcha juntarán cada vez más las piernas y usarán los brazos como la pértiga de un funambulista y se pondrán más rectos.
Es absurdo intentar que caminen cuando aún sus piernas están arqueadas por mucho que su hermanito lo hiciera un mes antes o el primito, o el hijito de la vecina o cualquier otro …ito ¡El niño no puede andar si la musculatura de sus piernas y su espalda no están lo suficientemente desarrollada!
Una vez lograda la postura erecta todo cambia. El niño consigue la «postura humana» y su perspectiva del mundo cambia. Por eso resulta curioso ver cómo la evolución sigue su curso y se salta algún eslabón. Os presento a un gorila que vive al sur de Inglaterra y que está siendo estudiado por los científicos.
El vídeo fue grabado por Johanna Watson, una investigadora que trabaja en un proyecto sobre la movilidad de los grandes simios y que se quedó sorprendida el día que conoció a Ambam. Su cuidador asegura que el animal se incorpora desde que es pequeño. Estuvo muy enfermo y fue separado de su madre y criado por humanos. Su cerebro de algún modo le hizo «moverse» por el mundo como los supuestos seres superiores del planeta. Pero, volviendo a las personas, vamos con algunas preguntas frecuentes de los padres con niños en edad de empezar a caminar.
Hay quien quiere saber si gatear pronto significa caminar antes.
Lo cierto es que algunos bebés están tan cómodos gateando que les cuesta soltarse. Para la mayoría el gateo es la fase previa a caminar. En ese proceso
se gana fortaleza y coordinación. Y qué pasa con los que andan de puntillas, los traumatólogos aseguran que no hay que alarmarse hasta los dos años aunque es bueno visitar al especialista. Y, la gran pregunta: ¿es aconsejable el taca-taca? lo era hasta hace unos años pero los médicos lo desaconsejan porque los niños van en una posición artificial y no desarrollan correctamente su sentido del equilibrio. Los zapatos son también muy importantes, no sirve el mismo calzado para el gateo que para caminar. Debe ser flexible y firme para proteger los tobillos y es imprescindible que estén reforzados en la puntera y el contrafuerte. La suela debe evitar los resbalones y la horma debe ser ancha para no oprimir el pie.
Pero no sólo los aspectos físicos importan. Caminar tiene efectos psicológicos muy importantes. El niño se siente más autónomo y comienza a experimentar por su cuenta. Al mismo tiempo los padres descubren lo entretenido que es perseguirles por toda la casa y que gires la cabeza un segundo y hayan desaparecido. Son traviesos aunque no tanto como los de este divertido anuncio… Que lo disfrutéis.
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