Doce regalos para doce niños que lo necesitan. Ese era nuestro sueño y esa es ya la realidad. Ha sido, sorprendentemente, mucho más fácil de lo que creíamos. Casi sin darnos cuenta teníamos nuestro cuarto rey Mago; a Gaspar, Melchor y Baltasar se unió Diset. Sólo teníamos que encontrarle un camello. Y de nuevo, ¡sorpresa!, apareció el mejor: un «camello» motorizado, de nombre «FUNDACIÓN MRW», que se presentó voluntario de forma generosa y desinteresada.


Los correos empezaron a llegar con historias que eran pequeñas crónicas de la crisis. Familias con alguno de sus miembros en paro que este año, ni haciendo un esfuerzo, podrían cumplir los deseos de sus hijos. 


Casos de cinturones que se ajustan hasta casi la asfixia, de niños que saben que sólo tendrán cuentos porque -con la crisis- los Reyes Magos no tienen tantos juguetes como se ven por la tele. Gracias a Diset, debajo del árbol habrá algo más…

Los juguetes se han repartido por España. Se han ido a Asturias, también a Mallorca, a Sevilla, Zamora, A Coruña, Pontevedra, Madrid, Valencia, Ciudad Real y Barcelona…



Algunas de las ganadoras no los querían para ellas. Una nos pidió que lo donáramos a un convento y, por supuesto, así lo hemos hecho después de hablar con una sorprendida madre superiora. Os aseguro que llamar a las «premiadas» resultó emocionante, sobre todo cuando se escuchaba por detrás a los «peques» preguntando ¿qué pasá?, ¿quién es? (anda, que no son listos). 



Sin la ayuda de Diset y de la FUNDACIÓN MRW nada de esto hubiera sido posible pero tampoco sin vuestro apoyo, sin el apoyo de los seguidores del Universo de Martina. Muchas, muchas gracias por dar a conocer la idea. Habrá nuevas iniciativas solidarias.