Siempre me ha molestado esa frase de que detrás de un gran hombre hay una gran mujer. Así que cuando la oigo, corrijo: al lado, está al lado o delante, no detrás. Y ése, creo, es el lugar de Michelle Obama. Sí, voy a hablar de ella porque también se ha ganado otros cuatro años más por méritos propios. «Te quiero más que nunca antes» le dijo su marido después de saberse ganador en las elecciones…

«Nunca me he sentido tan orgulloso como al ver que el resto de Estados Unidos se ha enamorado también de tí por ser la primera dama que eres de nuestra nación» continuó Barack Obama…Wowwwww!

Toda una declaración de amor -a la vista está- y de agradecimiento infinito. No digo que sin ella,  no hubiera vuelto a ganar él. Pero Michelle ha sido crucial. Como mujer que apoya a su pareja en su proyecto y como una militante más en acción. En esto coinciden críticos y analistas. Para empezar, cuenta con un nivel de popularidad más alto que el presidente. Para terminar, se ha trabajado la campaña electoral a fondo. Acompañando al presidente y por separado. Con sus propios discursos, actos y anuncios, movilizando a las bases demócratas, a los jóvenes. Llevándose el apoyo de las mujeres. Predicando con el ejemplo.

No se le han caido los anillos por aparecer en una serie juvenil o en un show. Ha sabido adaptarse a cada circunstancia, cuando tocaba momento solemne de primera dama o cuando había que seguir las bromas en un programa de televisión. Siendo la fan número uno del candidato demócrata. No la conozco de cerca -no tengo esa suerte- y he visto de ella lo que los demás. No debe ser fácil pasar cuatro años en la Casa Blanca y además conseguir un determinado equilibrio entre las responsabilidades del cargo y la vida personal. Pero por lo que he leído, escuchado y visto, ella trabaja también mucho para que los Obama sigan siendo, por encima de todo, una familia.

No me voy a extender con su papel de primera dama en estos cuatro años pasados. Supongo que seguirá siendo la gran mujer al lado del gran hombre. Compartiendo reponsabilidades y siguiendo su propio camino. Continuará con su campaña contra la obesidad infantil, con su papel de apoyo a los militares y sus familias como corresponde a su cargo…y tantos otros actos con los que cumplir. Seguirá, también, con esa imagen de mujer enamorada. Como él. Y llevan 20 años casados.

Me gusta su naturalidad en público.  A los dos se les ve convencidos de donde están y de lo que sienten. Me gusta que expresen sus sentimientos y su cariño aunque no estemos acostumbrados a verlo en otros políticos de otros países, aunque a algunos quizá empalague tanta muestra de amor. Aquí, desde luego, el mensaje llega y no solo a propios. No olvidemos que esa efusividad en público da, además, unas instantáneas que traen mucho juego como la famosa foto del twitter de la victoria. La más retuiteada.

 

Seguro también que tendrán sus sombras, como cualquiera, pero parece evidente que forman una pareja que ha hecho historia y ha traido, además, otro estilo a la Casa Blanca. Four more years.

 (Lo que más me gusta de esta foto es la actitud de los acompañantes)