Hola chicas. Media semana rebanándome elcerebro en busca de tema para el post del Intruso y la respuesta la tenía en elpropio «Universo de Martina«. La de «Me falta un cable» meapuntó el camino, me abrió los ojos y me dio la pista. Si el sexo mueve elmundo hoy toca hablar de lo que mueve el sexo. Y no hablo sólo de dinero.
Al Intruso le sorprende que lageneración de mujeres que ha roto tantostabúes y que más se ha aproximado a la igualdad de sexos sea tan hermética a lahora de «jugar». No entiendo porqué las reuniones de»TupperSex«- salvo raras excepciones-, se convierten en ungineceo excluyente donde no hay nirastro de varón. Del hombre sólo se acuerdan,- entre mucha risita boba-, paracomparar tamaños. «¡Ya quisiera eltuyo estar tan armado!» suelta la más atrevida. Eso, además de injusto esventajista porque a ver que maromo puede competir con el tamaño de la «tuneladora».
Cómo mucho aspira a que se acabe la pilay después a que no le pueda la presión y logre dar la talla. Menor, pero tallaal fin y al cabo.
A lo que íbamos, chicas. Es undesperdicio que vuestras reuniones caseras se hagan casi en clave de secta ysin tener en cuenta los gustos y prioridades de vuestras parejas.
¡Qué simujeres, que sí!. Que nosotros también sabemos cómo se maneja el vibrador, eldildo, el anillo y hasta las bolas chinas. Que el sexo compartido,- con o sinjuguetes-, siempre es más divertido en equipo. ¿No habíamos quedado que elsexo, casi siempre, es cosa como mínimo de dos? Al sexo le pasa lo que a la política.
Quecuando se arrima el hombro las cosas salen mejor. Quien nos iba a decir no hacemuchos meses que los dos grandes Partidos de nuestro país iban a ser capaces depactar la primera reforma de nuestra Constitución en mas de 30 años.
Poner untecho de gasto en la Carta Magna,- eso es en realidad lo que han firmado PP yPSOE-, no es más que comprometerse en la época de la crisis más salvaje que serecuerda a gastar menos de lo que se ingresa. Elemental. ¿No?. Eso es lo que sehace en cada casa donde se gestiona el presupuesto familiar con un mínimo desentido común. Por eso llama la atención ,- quizás no tanto por loprevisible-,la irresponsabilidad de otros grupos políticos. El cabreo de losnacionalistas vascos y catalanes,- PNV yCIU-, les delata y les quita la careta. Ellos que siempre presumían degarantizar la gobernabilidad de España dan la espalda a una medidaimprescindible para evitar la quiebra de nuestro país. El rechazo de una IzquierdaUnida cada vez más trasnochada, la oposición demagógica y electoralista de UPyDy la salida de tono de unos sindicatos más próximos al siglo XIX que al XXIsuenan a excusas de mal perdedores. Capítulo aparte merecen los diputados socialistas que votaron en contra. Es legítimo pero por dignidad nodeberían mantener ni un segundo más sus actas de parlamentarios. Al fin y alcabo la factura no les va a salir demasiado cara porque la Legislatura estámuerta.
En este final de ciclo hay quien optó porel sexo político compartido y quien prefirió optar por el onanismo. Allá cadacual. Los del sexo compartido que los disfruten. Los otros que no teman porque,- pese a todo-, en ningún caso se van aquedar ciegos.
PD. A día de hoy, «El Intruso«no tiene invitación concreta de la próxima reunión de las chicas del Universo.¿Cumplirán su palabra?
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