ablanco

José Blanco se ha subido a ese carrusel  de caraduras, personajes sospechosos y presuntos corruptos en que se ha convertido la clase política española. El exministro acusado de prevaricación y tráfico  de influencias tiene derecho a la presunción de inocencia pero también la obligación moral de facilitar y agilizar el trabajo  de la Justicia. 

Quien exigía la dimisión de los demás ante cualquier atisbo -que no decisión judicial- de duda no puede escudarse ahora en que sólo dejará su sillón si hay juicio. Por dignidad, por honestidad, por principios, si es lo que los tiene, Blanco debería renunciar a su escaño de forma inmediata sin esperar a que el Congreso autorice el suplicatorio pedido por el Fiscal.

Ese gesto reforzaría su supuesta inocencia y serviría para dar un poco de árnica al dolorido y atribulado líder socialista cada vez más solo y acorralado.

arubalcaba

A Rubalcaba se le acumulan los problemas en la misma medida en que se suceden los desplantes de sus compañeros de filas. Tiene abierto el frente catalán, el gallego, el berciano y ahora el de la corrupción de quien fue compañero de gobierno.  Sin proyecto, sin carisma y sin apoyos, al ¿líder? socialista sólo le queda la opción de una retirada digna.   

arajoybarcenas

El suyo, con todo, es un problema menor comparado con la tormenta perfecta que se avecina en las huestes del PP. Dos jueces pugnan por llevar el caso de canadian casino online los papeles de Bárcenas con ganas de hincar el diente al partido en el poder. El primero, Ruz, con rigor. El segundo, Gómez Bermudez, por un posible y sospechoso despecho. En ambos casos, la historia no pinta nada, nada bien para Mariano Rajoy y los suyos.

 

5.716 razones

aponferrada

Hay 5.716 razones para no creer. 5.716 razones para perder el derecho a la queja,  la crítica y la indignación. 5716 razones para avergonzarse.  Son tantas como votantes del partido liderado por un acosador sexual. Ellos son tan culpables como el PSOE, tan culpables como quien amparó e impulsó la tropelía, tan culpables como el ínclito Ismael Álvarez de ese miserable episodio que ha convertido a la capital del Bierzo en epicentro de la política española.

Exigir responsabilidad a los políticos es, además de aconsejable, imprescindible para que la  sociedad funcione . La ciudadanía tiene derechos pero también obligaciones. Una de ellas, reflexionar sobre el sentido de su voto para evitar contribuir a desaguisados como el de Ponferrada. Todos y cada uno de los votantes de un acosador sexual son corresponsables de lo ocurrido.