Es el símbolo del pánico… Un icono tan terrorífico que puede provocar inquietud, desasosiego y en algunos casos hasta crisis de ansiedad. Es la señal de que estamos a punto de perder la conexión con el mundo… estamos a punto de quedarnos sin batería.

Puesto que el mejor remedio pasa por la prevención, tengamos siempre a punto la carga de nuestro móvil y si es con estilo, mejor. Aquí van algunas ideas…

La primera propuesta nos ahorra la incomodidad de los cables. Todos solemos cargar nuestros dispositivos mientras dormimos, así que ¿por qué no hacerlo en la propia mesita de noche?

La JVC N-BX3es una mesa tecnológica que integra altavoces y una base para cargar el iPhone o eliPod. Sus altavoces integrados tienen una potencia de 30 W y son compatibles con sonido de calidad SRSStudioSound HD. Cuenta además con una radio FM para quienes prefieren empezar el día bien informados y una salida de vídeo para elevar la diversión al máximo.

Eso sí, tanto diseño, potencia y tamaño se pagan: unos 400 euros en sus dos versiones, blanca o negra.

Para los más clásicos y para los bolsillos menos pudientes, he encontrado un dock de diseño retro, avalado por una de las más solventes compañías de sonido del mercado.

 

El Yamaha PDX-13 pesa apenas 1 kg. y sirve además como despertador, bien con la música del iPod o de modo independiente. Se comercializa en varios y elegantes colores, con mando a distancia y a un precio de 119 euros.

 

También con cierto aire vintage, el iSuppli Gramo trae incorporado un altavoz con forma de gramófono que le da cierto encanto. Está disponible en Audiocubes en blanco, negro o rojo, por un precio aproximado de 50 euros más gastos de envío.

 

Puestos a ser originales, podemos optar por este divertido modelo que imita a una tostadora, ideal para la cocina. El Toast fabricado por Gavio cuenta con una batería de ion-litio, aunque también se puede conectar a la red eléctrica. De momento, se desconoce cuándo saldrá a la venta y su precio, pero se puede hacer la reserva en la página del fabricante.

Y –como siempre- he reservado el espacio final para el no va más: un dispositivo especialmente indicado para aquellos que consideran tan importante tener cargado el móvil como respirar. Con este diseño de Joao Paulo Lammoglia, podrán hacer ambas cosas a la vez, porque este cargador funciona mediante un par de turbinas que se activan con cada resoplido.

Nuestros amigos de Nomepuedocreer que han hecho semejante descubrimiento, sugieren que –puesto que cuanto más agitada sea la respiración, más rápida será la carga- aprovechemos los momentos de apoteosis sexual para poner a tope nuestros dispositivos.

 

 

No sé como lo veis, pero yo… no lo intentaría.