Pueden ser las dos cosas.  Una no quita la otra. Pero esto no es, quizá, lo que estais pensando. Esto va, una vez más, del sentido práctico de la vida que tienen en Estados Unidos para organizarse y regalar. Me suena que en España ya ha llegado la moda de las «babyshower». Las amigas preparan una fiesta para la que está a punto de dar a luz.  Y le llueven los regalos (de ahí la shower). Pero hay algo que me parece incluso mejor…

Es el «take a meal», es decir, preparar una comida para la mami y los suyos. Cuando recibí la invitación para participar en una, al principio no lo entendí bien: ¿una comida? ¿en un restaurante? o ¿voy a su casa y se la hago? ¿la compro hecha o compro sólo los ingredientes?  Más fácil.  Las amigas se organizan y se reparten las semanas del primer mes con los menús coordinados, para que haya de todo.  Cada una elige un día y se encarga de preparar la comida o la cena y llevársela a la familia en cuestión. Puede ser cocinada en casa o comprada. La cosa es que la que acaba de dar a luz tenga una tarea menos de la que ocuparse y eso ayuda mucho. Si quereis ver un ejemplo id a

http://takethemameal.com/sample.pdf

Yo lo hice para una amiga americana que acababa de tener el cuarto hijo.  Ya os podeis imaginar cómo es el día a día con un recién nacido y tres más. Pelín asfixia. Así que si durante las primeras semanas, te encuentras la comida hecha y servida, respiras un poco más. Si encima tienes muchos amigos, la alegría puede durar hasta tres meses. Eso sí que es un regalo.

El «take a meal» funciona para las noticias tristes también. Hace unos meses, murió la madre de unos niños del cole y rápidamente, los vecinos se organizaron para atender al padre y a los hijos. Durante las primeras semanas de duelo, se encargaron de preparar y llevarles la comida para aliviar un poco la pena. También sucede con familias con problemas económicos. Siempre es mejor comer en tu casa con lo que te han preparado otros que acudir a un comedor de la beneficiencia, por ejemplo.

Pero vamos a lo alegre. Lo de las comidas es después del nacimiento del bebé. Antes, se suele celebrar la babyshower. Tiene mucho sentido. Primero por celebrar con las tuyas que estás a punto de ser madre,  intercambiar anécdotas, experiencias y consejos -moderación con esto, por favor-, o simplemente pasar un buen rato. Lo segundo, porque es muy práctica la idea de tener una lista de regalos que la futura necesita y se evita, en parte, encontrarse con tropecientas chaquetitas o patucos de primera puesta que no da tiempo a estrenar.

 

Importante regalar cosas útiles y que la ropa para el bebé sea del gusto de la madre o elegida por ella. Cuando acabas de dar a luz y hasta que las hormonas vuelvan a su sitio, cualquier contrariedad puede convertirse en drama. Recuerdo que me regalaron un trajecito en cuestión que no me gustaba nada. Lo viví casi como una tragedia, pensando que se lo tendría que poner al niño para demostrar mi agradecimento. Tremendo. Luego me he reído un montón de aquello.

 

Las babyshower no tienen más misterio. Las amigas organizadoras envían las invitaciones con todos los datos y a esperar el día señalado. No tiene porque ser sólo de mujeres y no siempre hay lista de regalos…y se hace sobre todo con el primer bebé. Tampoco es una costumbre genuinamente americana pero aquí, desde luego, le ponen mucho ambiente a este tipo de convocatorias.

 

La casa se adorna para la ocasión y por lo general, como toda fiesta o cena propia de este inmenso país, se suele poner una hora de comienzo y una hora de final. Muy práctico también. No da lugar a que te canses de los invitados o los tengas que echar «educadamente».  Sólo los de mucha, mucha confianza pueden quedarse más tarde. A tomar nota.