Con una campaña tan insulsa e inútil comola del 20-N al «Intruso» sólo le queda la opción de divagar e imaginar qué puede pasar la tarde- noche dela jornada electoral. ¡Vaya tostón de anticampaña! Descontado el resultado, loúnico apetecible es ponerme en la piel del ganador y jugar a las quinielas.

De entrada, el 20-N los grandesperjudicados serán los periodistas que no podrán tirar del manido y tópico«la noche más larga«. No habrá noche electoral porque no habrá emoción.A las 20:00 horas, finito. 


Los sondeos confirman la arrolladora victoria del PPy la debacle socialista. Es tan previsible,  que no habrá ni lágrimas ni carastristes en Ferraz. Está amortizado. 

En ese punto sólo falta esperar alescrutinio real para confirmar la magnitud de la debacle. Llegar a los 125escaños de Almunia-quién lo diría -, sería todo un éxito a estas alturas.Pero no, no hay opción. 

Los primeros datos apuntan el desastre y poco después enla sede socialista -al filo de las nueve de la noche-, ya saben que no pasaránde 120 diputados. En Génova no se ha descorchado el champán porque llevancelebrándolo durante todo el día.  

A lassiete -una hora antes de que cierren las urnas-, ya se agolpan los más jóvenescon banderas azules mezcladas con las telas en rojo y amarillo. «Se nota,se siente, Rajoy Presidente» cantan cuando todavía no se ha abierto un solo voto. El escrutinio sólo servirá paraconstatar que el gallego triste al que todos querían matar políticamente hacecuatro años es el hombre que ha pulverizado todos los registros de losconservadores. 

El PP se ha ido a 192 escaños por 118 del PSOE. Abultada mayoríaabsoluta para gestionar una crisis que durará mucho tiempo y que castigará condureza a los populares durante los dos primeros años de Legislatura. Pero esahistoria ya llegará, barrunta Rajoy. Ahora toca salir al balcón y tomarse la revancha del 8 de marzo de 2008.Entonces «Viri» , su mujer, abrazaba -con ternura y gesto triste-, ala viva imagen de la derrota. No han pasado cuatro años y la foto es muydistinta. Las lágrimas -de haberlas-, serán de alegría.


LA SOLEDAD DEL CORREDOR DE FONDO

El 20-N ya es historia. Reciente, perohistoria. En la madrugada del 21 hay un tipo que esboza una media sonrisamientras su cabeza entra en ebullición. 

«Lo he conseguido»,piensa.  A su lado una madre doblementefeliz. Su hijo cumple diez días, su mentor político ha barrido en las urnas ysu carrera política está a punto de dar un salto con el que nunca soñó cuandoempezó en Valladolid. Sabe que su presente es distinto y que su futurocambiará. «Te quiero a  mi lado enel Gobierno», espera que le diga el líder. 

Se despiden y el futuroPresidente comienza a tomar decisiones.

SI YO FUERA RAJOY

Es hora de formar equipo. Le gustaría  que Soraya fuera su vicepresidenta pero quizá necesite a alguien con un perfilmás económico para lidiar con los ajustes. 


Tiene algún candidato en la cabeza -Luis de Guindos, Cristóbal Montoro y Luis Garicano-, y sabe que en algunoscírculos alguien ha «movido» el nombre de Josep Piqué comovicepresidente de facto al frente de las carteras de Economía y Exteriores. No tiene ninguna duda de quecon Soraya puede contar en cualquier puesto. Sería una excelente ministraportavoz, de Administraciones Públicas o de Justicia. Y piensa en el canarioJosé Manuel Soria y hasta en LeopoldoBarreda como ministro del Interior.¿Quién mejor que un vasco para gestionar elfinal de ETA?

Es consciente de que hay mucha gente queespera su llamada. 


Ana Mato, Arias Cañete y Esteban González Pons, entre otros,creen haberse ganado el coche oficial gracias a su lealtad y compromiso. Perotambién Gallardón. Y ahí le entra el vértigo cuando piensa  en un Ayuntamiento en manos de Ana Botella yen una Comunidad donde Esperanza Aguirre hará de su capa un sayo sin el alientoen la nuca de un alcalde de Madrid reconvertido en ministrable.

Soraya, Soria, Barreda, Gallardón,Cañete, Montoro. Un grupo de leales y exministros como nucleo duro de unGobierno donde habrá gente sin carné y donde se hará un guiño importante aCataluña. ¿Alicia Sánchez Camacho, quizá? Ya veremos…


Las dudas sedespejarán bien entrado diciembre pero si yo fuera Rajoy tendría mucho cuidadocon las mayorías absolutas. Las carga el diablo y casi nunca fueron buenas.
Y a todo esto, ¿quién le mandaría alIntruso ponerse a hacer quinielas? Espero que el desaguisado no llegue al delvídeo que os dejo para arrancaros una sonrisa…. 

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