Este vídeo sorprende, hace reir y también reflexionar. ¿Qué ocurre si nuestro hijo se niega a comer «animales»? No suele ser habitual si los padres no son vegetarianos pero puede pasar. Entre los expertos hay todo tipo de opiniones pero es evidente que la regla básica es el sentido común.

La charla de este pequeñajo ha dado la vuelta al mundo y hay incluso parodias…

 La Asociación Española de Pediatría (AEPed) contiene en su “Manual práctico de Nutrición en Pediatría» un apartado dedicado a las “Dietas no omnívoras en la edad pediátrica» en el que analiza «las ventajas e inconvenientes de las distintas dietas vegetarianas, así como los aportes de los nutrientes fundamentales que se ven disminuidos con este tipo de dietas y la mejor forma de suplirlos para evitar problemas».

vegetarianos

Los pediatras resumen que «lo aspectos problemáticos en las dietas NO omnívoras tienen que ver con la energía, por ejemplo, puede existir el peligro de una menor densidad calórica que obliga a ingerir un volumen grande de alimentos que puede ser un inconveniente, principalmentepara niños. Se puede paliar tomando miel, mermeladas, compotas, nueces, agua-cates y aceites». «En cuanto a las proteínas que son necesarias para el crecimiento, la reparación tisular y mantener un sistema inmunológico adecuado, la carne y el pescado proporcionan a los omnívoros proteínas concentradas y fácilmente absorbibles, por lo que los vegetarianos deben aprender a usar las fuentes alternativas de proteínas, como son los lácteos, huevos, cereales, legumbres y los diferentes alimentos proteicos derivadosde la soja (leche, batidos o yogures de soja, tofu, tempeth, miso, texturizados queimitan la carne de hamburguesa o salchicha y otros) o de los cereales (seitán)». En conclusión: «una dieta sin lácteos ni huevos no producirá carencias si el aporte energético es suficiente y la procedencia de las proteínas vegetales es variada».

 

vegetales

Y añaden:

«Los niños ovolactovegetarianos crecen igual que los omnívoros, los veganos a menor velocidad durante los primeros cinco años, pero raramente presentan raquitismo. Estos, que son ligeramente más pequeños que los omnívoros, van recuperando la talla en la edad escolar probablemente por un mayor aporte calórico. Los macrobióticos, los que sólo comen fruta y los que comen sólo vegetales crudos tienen un crecimiento insuficiente, incluso antes de cumplir el año, a semejanza de los malnutridos del tercer mundo y marginales de las grandes urbes. Si el niño no crece lo esperado será en la mayoría de los casos por falta de energía en la dieta, por lo que habrá que incrementar su contenido, dando más alimentos con grasa como aceites vegetales, margarina, manteca de semillas, nueces y aguacates».

piramide

La Organización Mundial de la Salud  nos recuerda que se debe consumir carne, aves, pescado o huevos a diario, o tan seguido como sea posible, pues son fuentes ricas de nutrientes clave como hierro y zinc. En ese sentido coincide con los pediatras españoles, sólo debe utilizarse esa dieta si se utilicen suplementos nutricionales o productos fortificados. También la Asoiciación Médica Británica  defiende que una dieta vegetariana puede proporcionar todos los nutrientes necesarios pero teniendo en cuenta las necesidades de bebés y niños que son más elevadas porque están creciendo.

Esta semana hemos conocido además una investigación de la Universidad de California que publica el Journal of the American Medical Association (JAMA) . Estudiaron a 70.000 individuos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día durante seis años. Esa fe promueve una dieta que se basa en verduras y frutas. Los científicos estudiaron ejemplos de personas que la seguían a rajatabla y los que no.  Las conclusiones muestran que los vegetarianos registraron un 12% menos de muertes que los consumidores de carne durante el periodo de estudio y que estas personas tienen un 19% menos de posibilidades de morir. Según la investigación, este tipo de dieta protegió a los participantes de sufrir infarto de miocardio, padecer diabetes o fallo renal. La ventaja fue más evidente en los hombres que en las mujeres, mientras que esta dieta no mejoró la probabilidad de padecer de cáncer. “Y parece que el aporte de calorías no tiene nada ver”.

En definitiva todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes y NUNCA hay que someter a los niños a una dieta, sea la que sea, sin consultar con un especialista.