amigos00Sabemos que en la vida, para aspirar a la inmortalidad, hay que hacer tres cosas indispensables: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Yo he cultivado algunas macetas domésticas, he parido no uno, sino dos hijos y no tengo ningún libro de mi autoría en la mesita de noche, ya me gustaría. La conclusión es que estoy bastante lejos de la eternidad que proporcionan los grandes esfuerzos, porque para mí, la verdadera gesta, la que nos hace diferentes, es la escritura. Por eso admiro tanto a quien de los tres principios básicos de la vitalidad tiene cubierto el tercero. Disfruto de algunos amigos que se dedican a esto profesionalmente, lo que me llena de orgullo y sana envidia. De ellos hablo siempre que puedo, y da la casualidad de que ahora los tres acaban de publicar. Yo les voy a recomendar lo que escriben mis amigos, y luego ustedes juzgarán, pero merece la pena que los descubran. Igual que la literatura los descubrió a ellos.

amigos01María Pilar Clau está casada con un viejo periodista y amigo. Y es de Huesca, como yo. Allí hemos encontrado muchos nexos comunes, uno de los cuales son los libros. Ya se lanzó el año pasado con una novela en formato e book, pero ahora lo hace en papel, a la vieja usanza, la que huele y sabe bien. “Pétalos de luna” es una historia de amor del malo, del que duele porque lleva muchas cargas. También elogia la amistad, la de la narradora con la víctima, los hombres, las ciudades, Aragón, las intrigas del ser humano. Yo le auguro mucho éxito. Y a ustedes buenos ratos.

amigos02Maite Cabrerizo fue compañera de trabajo algunos años, buceaba entre historias personales tremendas para luego publicarlas y darles voz. Ha hecho de todo, lo último un libro de prosa poética, “Un buey enorme pisa mi lengua”. Con esta sentencia del sabio Agamenón, Maite superó la crisis económica, que vivió como tantos y tantos convertida en una parada sin derecho a ser entendida. Nadó, caminó, miró y escribió. Denuncia en clave lírica, con humor a veces, desolación otras, realismo siempre, los males que acechan a España. Y resulta un respiro que uno recurra a los versos para desnudar la triste economía en lugar de hacerlo con números siniestros. Si por lo general me parece una heroicidad redactar una novela, hablar de poesía es casi un milagro. Muy terrenal, por cierto. Y también muy positivo, a pesar de que el paro es ese lugar común donde nada parece feliz, si acaso, lo contrario.

amigos03Y luego está Jorge Díaz, colega de pupitre universitario, maestro de las buenas tramas, amigo de sus amigos, hombre grandísimo de talla y de afectos. Publica Jorge su cuarta novela, “Tengo en mí todos los sueños del mundo” (verso de Fernando Pessoa), un viaje en barco en una especie de Titanic español que reúne vidas y tragedias deseosas de separar sus mundos inhóspitos o extraños con un océano. De España a Buenos Aires hay mucho más que un periplo marítimo. Hay una narrativa audaz, adictiva, enorme, para describir personajes que conforman un pasaje necesitado de sangre nueva. Les fascinará, se lo aseguro.

Y para terminar voy a recomendar la última novela de Mario Vargas Llosa (que no es amigo mío, por si alguien lo dudaba), el primero de la era Preysler. “Cinco esquinas”, una denuncia contra la burguesía de la era de Fujimori, su rival político, un caníbal para Perú que utilizó la prensa a su antojo e inmoralidad. Es una fábula que engancha, plagada de erotismo, marca de la casa, la escritura en su excelencia.

Ojalá lo que escriben mis amigos sea también lo que leen mis otros amigos.