La hora de la verdad para una mujerambiciosa y con las ideas claras. Aspira a liderar el PSOE porque le gustamandar y porque tiene cuentas pendientes con quien le disputa el poder en elsocialismo español . No sólo el PSOE se juega mucho en la elección del nuevosecretario general. Se lo juega España. La crisis es tan profunda y tandolorosa que sería una catástrofe democrática que el principal partido de laoposición se convirtiera en residual. Chacón, varios dirigentes del Partido, lamayoría de militantes y casi todos los simpatizantes saben que el futuro delPSOE no puede pasar por quien compartió los peores años del»felipismo» y quien llevó a las huestes socialistas a la peor derrotade su historia.
Chacón tiene opciones de ganar la batalla porque está preparaday porque conoce, mejor que nadie, las debilidades de un político maquiavélico pero con puntos demasiadooscuros en su currículo. Decidirá el Partido, decidirán los delegados. Por elbien de todos, que acierten.
Lleva poco más de quince días instaladoen Palacio y apenas ha dado señales de vida. Alguien podría estar tentado deasegurar que Mariano Rajoy ya ha sucumbido al manido «síndrome de laMoncloa» pero que nadie se llame a engaño. Él siempre fue así. Perfil bajoy ritmo lento. Sin prisa y sin pausa para no caer en la precipitación. Pero unacosa es gestionar la oposición y otra muy distinta gobernar. Y gobernar suponedar la cara, tomar decisiones y explicarlas.
No es el personaje de las aventuras de»Manolito Gafotas» de la admirada Elvira Lindo. Es otro tipo de imbécil. Más zafio, más ruín, másdespreciable. Tenía dudas con laacepción para definir al individuo y recurrí al diccionario. «Alelado yescaso de razón» dice la Real Academia de la palabra imbécil. Me quedé mástranquilo. Le pega. Hablo de un personaje que según algunos es actor y que ahora se dedica a ultrajar la memoria de las víctimas del terrorismo.
Puedo llegar a entender a losmiles de vascos del submundo abertzaleque se echaron a la calle para exigir mejoras para los presos de ETA.Envalentonados por el resultado en las urnas llenaron el centro de Bilbao juntoal personaje en cuestión. Se llama Willy Toledo, va de «guay» y reniega de la Democracia española. Le debeparecer mucho más respetable «la cubana» y por ello tildó de»delincuente común» a un preso político víctima del»castrismo» y muerto tras varios meses de huelga de hambre.
Su nombre no os dirá mucho si no soisperiodistas porque Ricardo nunca aspiró a ser conocido. Era de otra casta. Nole importaban los focos, ni el estrellato. Fue un hombre importante en RadioNacional, pilotó el nacimiento de Onda Cero donde llegó a dirigir los serviciosinformativos, fue corresponsal en Iberoamerica y era el delegado de»Antena 3″ en Aragón pero nunca presumió de ello.
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