Siempre me había resistido. Lo encontraba una «americanada» más. Pero cuando vives aquí, lo mejor es entregarse. Y claro, siendo madre de tres criaturas, como para negarse al «trick or treat» y a toda la parafernalia halloweeniana. Una fiesta que mueve mucho más que disfraces y golosinas…
Ya lo ha dicho alguien:»con la crisis, viene bien dejar de lado los problemas, evadirse durante un rato, disfrazar la
realidad». Otro añade: «por una noche eres quien quieres ser». Y yo pienso:»cuánto zombie hay».
La noche de las almas en pena saca mucho partido a estas ganas de diversión y de escapar. Es la fiesta, después de Navidad, que más negocio mueve en Estados Unidos.
Desde más de un mes antes del 31 de octubre, el bombardeo comercial es incesante allí donde pones el pie dispuesta a tirar de tarjeta o billetes. Los reclamos del consumo naranja están por todas parte. En supermercados, centros comerciales y hasta tiendas creadas exclusivamente para la ocasión, con todo tipo de objetos, dulces y vestimenta que una pueda imaginar para dar miedo. Por no hablar de las pumpkin patch o venta de calabazas al por mayor. Hay que consumir.
Como para no darse por enterada. Así que sin querer, acabas comprando la calabaza de turno, unas telarañas, unas golosinas por si los niños llaman a tu puerta, unos fantasmitas más o menos simpáticos, y por qué no, un esqueleto, lápidas, luces, disfraces para todos incluida la mascota. Y es que la noche de los muertos, los vivos la celebran también durante el día en los coles y en otras fiestas particulares. Muy importante ir ambientado, no vaya a ser que encima quedes de muermo y des miedo de verdad.
Total, que de media, el americano se gasta cerca de 70 dólares antes de que llegue la noche de la fiesta y a seguir sumando si encima la organiza uno en su casa o le da por ir de cena y copas…Lo que primero rasca el bolsillo son los disfraces, seguido de chucherías y decoración.
Para los que pueden permitirse más, hay «escapadas» a, por ejemplo, Salem, en el estado de Massachusetts, conocida como la ciudad de las brujas en el siglo XVII que vuelven en el XXI para hacer su agosto en pleno otoño.
He vivido algún Halloween
en Madrid y sé que en España está cada vez más extendido pero nada que ver con la locura que es aquí. Las casas están decoradas por dentro y por fuera desde hace semanas. En la noche de Halloween muchas se convierten en «haunted houses» o casas del terror que para sí las quisiera más de un parque de atracciones o película de miedo. Un auténtico alucine.
Eso sí, acabas con los pies malos de tanto «trick or treat» y con kilos de golosinas que con el tiempo terminan en la basura por el bien de la salud dental de la familia.
Al gasto y diversión se le saca también su parte solidaria. El cole de mis hijos reparte a cada niño una cajita-hucha para que en vez de golosinas, recauden dinero para Unicef. Una gran idea la de acostumbrarles desde pequeños, a pensar en los que menos tienen, en medio de tanto exceso. Ya lo apuntaba Sole en El Recreo de este blog.
Happy Halloween!
Eso eso..castañas, panellets,buñuelos y reyes Magos! muy de acuerdo con Marie y Uxia. Tb con la autora del post…supongo q cuando estás allí todo tiene más sentido. El otro día un artículo en TIME sugería una idea para evitar q los niños se empachen de golosinas: que cenen más de lo normal antes de salir a tric-o-trickear, así es más probable que muchos de los dulces se queden en la bolsa…
Tampoco soy yo de importar tradiciones de otros pero estando en USA es otra cosa. El lunes estuvimos de trick or treat y fue alucinante una año más.
Y cuando tienes niños, pasas por el aro. Compensa mucho ver cómo disfrutan!.
También influye el tipo de casas. No es lo mismo nuetros pisos que el típico barrio americano de casas con su jardín por delante sin vallas ni setos que da para montajes halloweeninanos y más. Besos y gracias again!
En fin en España la pregunta por desgracia no es "truco o trato" sino "paro o curro" y es que vamos por 5 millones y a este paso las calles españolas van a estar pobladas de muertos (laborales) vivientes…..
Ya sé que soy el Grinch, pero, por ahora y mientras Guille no lo suplique, me niego a celebrar Halloween. No me gusta la idea, aquí el día de Todos los Santos es otra cosa, y aunque tampoco voy al cementerio ni mucho menos, no me gusta la idea de celebrar algo que no tiene nada que ver con nuestra cultura. Supongo que cuando Guille sea mayor, nos tocará, porque tampoco quiero que sea el niño raro del vecindario, pero yo soy fiel a los Huesos de Santo, los buñuelos y por supuesto: LOS REYES MAGOS!! besos
Bueno en realidad es una fiesta celta, que los americanos hicieron suya.. aqui en teoria tendriamos que celebrar el Samain , y lo de la calabaza tambien es celta.. Si la tradicion la vivieramos mas "tranquila" y menos comercial seria incluso bonita..
Yo tambien me resistia, pero mi hija de tres años esta loca por disfrazarse y pedir caramelos.. y la veo tan ilusionada.. que .. no me queda otra.. Incluso iremos ahora por la mañana a casa de su madrina a "asustarla"..
Queremos una foto tuya y de tus nenes disfrazados, porfa! (bueno, y de tu chico, claro)
Besos.
yo es que esta fiesta como que ni fu ni fa
besitos!
Yo no lo celebro pero me parece divertido, y a los niños les hace ilusion, me parece una buena campaña lo de unicef, asi tambien aprenden a compartir, besos
Nosotras nos resistimos a celebrar Halloween.
bss
http://historiasdemarte.blogspot.com
Es otra buena excusa para disfrazarse y hacer el indio, sin más… =)
Besitos.
http://trufaymenta.blogspot.com
Pues yo no lo he celebrado mucho que digamos, pero el añlo pasado nacio mi segundo hijo, es decir que el lunes cumple 1 añito. asi que le tengo preprada una fiesta de halloween, con disfraces, arañas, calabazas etc…..
besos
MJ
No estoy a favor de celebrar Halloween, soy partidaria de no perder nuestras tradiciones.
En mi casa desde que tengo uso de razón siempre se ha celebrado la Castañada…nos reunimos todos para ir a pasar un día a la montañas, buscando nuestras castañas y por la tarde/noche asar castañas, boniatos y comer panellets.
Esta modalidad de disfrazarse para celebrar Halloween no me gusta nada de nada, lo veo como un saca dinero y un destructor de tradiciones propias.
Saludos,
Marie