Hace unos días salió el tráiler de Magic Mike XXL. Ay, qué tráiler. Qué bien montado, qué fotografía, que luz, que narrativa, qué montaje… Y QUÉ JOE MANGANIELLO reventando botellas de agua.
Que a ver, no soy yo muy de tipos cachas de esos sobre los que se puede lavar ropa en su abdomen pero que luego cogen los libros del revés. Qué va. Aunque he de decir que lo del tándem Manganiello-Tatum es uno de mis guilty pleasures en la vida. Porque a cualquier mujer heterosexual que no le gusten aquí los chavales, es que no tiene corazón. Ni hormonas ni nada.
Pero a mí la primera peli, Magic Mike me gustó. Esa panda de torsos al aire influyó bastante en mi decisión, pero es verdad que me tuvo enganchada y pasándomelo bien los 110 minutos que dura. Steven Soderbergh, gimme five!
Hoy vengo a hablaros de la segunda parte. Pero no de la manera que podía analizar un tráiler en mi época de estudiante de audiovisuales, que bastantes pelis de Eric Rohmer tuve que ver ya en su día (me salía la nouvelle vague por todos los poros)… Ahora os vengo a hablar de Magic Mike como la señora treintañera que soy, que renegaré hasta la muerte de la literatura erótica para madres aburridas, pero que pienso ir a ver Magic Mike XXL el día de su estreno. Con mis amigas. Y beberemos vino después, lo digo por si alguien se apunta al plan.
Y qué queréis que os diga, que me parece muy bien. Que sí, que la peli va a ser un mierdote de dimensiones estratosféricas (es una historia con un pelín de pretensiones sobre un grupo de strippers, ¿acaso alguien lo pone en duda?), pero solo con pensar en ver a Joe Manganiello haciendo este baile/perreo/fuckme ya me dan ganas de abrir las ventanas y tirarme un mojito por la cabeza.
Porque este señor en la vida real tiene pinta de tener la misma conversación que un pato de escayola, se planta en las alfombras rojas con un traje prestado que le queda para arrancárselo a bocados y un anillo con forma de calavera que pesa más que yo, está preparando un bodorrio de los que hacen época con Sofía Vergara (que como su chico, es otro de los iconos choni por antonomasia, son la pareja ideal), quieren un vientre de alquiler para tener un hijo y está encantadísimo de conocerse… pero eh, que yo #melofo igual.
Así que, por si alguien no había visto la primera parte, tiene hasta el 4 de septiembre que se estrena la versión XXL para hacerse con ella. De momento os dejo algo más de dos minutos de placer culpable en forma de tráiler. De nada.
Yo me quedo con Matt Bomer!! En Ladrón de Guante Blanco está para comérselo a mordiscos!