Hoy os propongo jugar a espías, y digo bien, jugar, porque hacerlo en serio puede rozar la legalidad y nosotros no queremos eso ¿verdad? Vamos a ser buenos: el reto consiste en descubrir dónde su pueden ocultar las indiscretas cámaras que pretenden robar nuestra intimidad.
Aquí van algunas pistas para desenmascararlas, aunque ya os advierto que no va a ser fácil.

La espía -en este caso-, podría llevar una juvenil camiseta con una escena de James Bond en elestampado. ¿Y dónde se esconde la cámara? Pues precisamente en el objetivo dela cámara del dibujo. Ingenioso, ¿verdad? Sin embargo, esta vez su trabajo seráun poco chapucero porque  no podrágrabar vídeo, sólo fotos de baja resolución y para hacerlo, tendrá que pulsarun disparador oculto en un bolsillo. Claro que por los 9,99 dólares que le hacostado la camiseta, tampoco se puede pedir mucho más.

Puede que lleve prendido en la chaqueta un pin, un inocente Smiley, capaz de grabar vídeo y fotografías de alta resolución, que almacena en tarjetas microSD.

Si la astuta joven os ofrece un chicle, desconfiad… Puedeocultar en el paquete una Bempy Cam, la videograbadora más pequeña del mercado.Graba vídeo y audio en formato 3GP (el que utiliza la telefonía móvil) en unatarjeta micro SD. 


Ahora el mirón es un hombre pulcramente vestido con un traje de chaqueta. Tendremos que fijarnos bien en los botones: uno de ellos puedeser el objetivo indiscreto.

En este caso, el botón espía se maneja con unanillo dorado que aporta cierto glamour. El kit cuesta 59 dólares.
Por el bolsillo asoma un elegante bolígrafo, un boli espía que graba automáticamente vídeo al detectar un sonido. Tiene capacidad para unas 3 horas de grabación y también se puede utilizar como memoria USB. 

En la muñeca, luce un llamativo reloj deportivo. Aquí también se puede ocultar una cámara microscópica que almacena las imágenes grabadas en una memoria interna de 4 GB.


Está claro, le hemos descubierto, pero no podemos bajar la guardia: Ese mando a distancia para el coche que coloca sobre la mesa, es en realidad un grabador de audio y vídeo que se activa al pulsar uno de los botones. Se alimenta con una batería de litio que le da autonomía para 2 horas.
Sin duda, es un hombre elegante, como lo demuestra su cinturón de piel. También es un dispositivo que graba imágenes, aunque el encuadre puede resultar bastante complicado. 
Nuestro hombre completa su atuendo con unas gafas que le dan un aire «interesante». Son unas gafas espía que incorporan cámara de foto y vídeo, además de un reproductor de MP3, sintonizador de radio FM y 4 GB de memoria. Sus lentes polarizadas de alta calidad las convierten en un complemento interesante para ser utilizado tanto como cámara oculta de espionaje como para grabar una escalada, una bajada de esquí o simplemente un día de turismo. Su precio: 139 euros.

Aquí podéis ver un ejemplo de imágenes grabadas con estas 

gafas (una duda: ¿los perritos también tienen intimidad?) 

 


Os recuerdo que se trata de un juego. Si alguien tiene la tentación de utilizar estos dispositivos con otros fines, que tenga presente una reciente sentencia del Supremo: “las grabaciones realizadas sin el consentimiento de sus protagonistas, son una vulneración del derecho al honor y a la propia imagen”. Ahí lo dejo.