No os voy a mentir, la primera edición de Cibeles a la que asistí, (yo lo seguiré siempre llamando Cibeles nada de Madrid Fashion Week) me hizo tanta ilusión que no dormí la noche anterior. Después de diez años, a dos ediciones anuales, ya, la verdad, es que me resulta cansino.

Cibeles puede resultar hasta aburrido. Nunca he estado en ninguna otra week, es decir ni en London, ni en New York, ni en Milán… nada, nadie me lleva, pero os diré que de Cibeles ya nada me sorprende. Os cuento un poco lo que he visto hoy, no todos, porque pocos y yo desde luego no, aguantan allí toda la jornada.



El más madrugador fue Roberto Verino. El diseñador gallego se ha vuelto salvaje, todos sus diseños rugen naturaleza para vestir a una mujer super sensual. Triquinis y biquinis en estampado pitón y para la noche seda negra.

Especial. 



Jesús del Pozo no volverá a salir tras un desfile suyo en Cibeles, pero esta mañana todas sus creaciones hablaban del modisto madrileño. Inspirado en Manhattan, vestidos largos y tul, con líneas y siluetas que le hicieron famoso en los años 80.



Andrés Sardá nos lleva de crucero por el Mediterráneo. Paradas obligatorias en Grecia, Egipto y Roma, con estilos de historia, y con muchas rayas. El azul eléctrico ha sido el absoluto protagonista de un desfile en el que los triquinis y los biquinis no pueden ser más sexys gracias a ser de cadera baja. No me han gustado nada los zapatos, horribles plataformas.



Con su padre, Adolfo, sentado en la primera fila como espectador, Tiziana Dominguez ha tomado la batuta de la firma. Y sinceramente, me quedo con el maestro. Personalmente echo de menos la elegancia natural que el gallego daba a sus prendas. Su hija, lo intenta, pero no lo consigue. De hecho me han gustado más sus propuestas para hombre que las de mujer.



Victorio&Lucchino se podían haber quedado en Sevilla. Espero que a la Duquesa de Alba, para su boda, le hayan hecho algo más original y bonito que lo que han presentado en Cibeles. Han perdido el volante, es verdad, pero andan más perdidos… lo unico destacable para mi, los zapatos, muy bonitos, pero parecen imponibles.



Elegante, sencillamente elegante. Ángel Schlesser nos lleva a las noches más elegantes gracias a las sedas blancas en vestidos largos, faldas con vuelo, pantalones de impecable patronaje. Una delicia de desfile.




Es mi favorito, no puedo evitarlo. Me encanta Miguel Palacio, cada temporada me gusta más. Esta vez me han alucinado sus referencias punk para un verano oscuro. Crestas en el pelo incluídas. El metal de nuevo protagonista, y un patronaje único, con volumenes y formas increíbles que hacen a la mujer más femenina.