Cuando Letizia Ortiz Rocasolano se casó con don Felipe, llegó a Zarzuela con un joyero medio vacio, vamos como el mío. Como cualquier chica de clase media y de su edad, eran pocas y discretas, las joyas que poseía. Unos años después, sigue eligiendo piezas super sencillas, su marido sabe que si le va a regalar algo tiene que ser pequeño y minimalista, pero su joyero como Princesa de Asturias ha ido creciendo, poco a poco. Estas son algunas de sus piezas favoritas.

Entre las primeras piezas que inauguraron su joyero como esposa de don Felipe fueron estos pendientes nupciales. Son de talla antigua, que pertenecían a la Familia Real y que los Reyes le regalaron a doña Letizia por su boda. Los ha lucido en momentos muy importantes, como su propio enlace o sus primeros Premios Príncipe de Asturias. Hechos en platino están formados por diez diamantes montados en garras: seis de ellos de talla pera de 2,44 quilates, dos talla brillante de 1,22 quilates y otros dos de la misma talla, pero de 4,22 quilates.


Para la Princesa es más importante el valor sentimental de la pieza que su precio. Esta pequeña libélula, que no usa mucho, se llama broche «Dragonfly clip». Está realizada por Van Cleef&Arpels en oro amarillo, diamantes y alas de pavé de zafiros rosas. Doña Letizia le tiene mucho cariño porque se lo regaló su marido en su cumpleaños de 2007.

Tres piezas que doña Letizia adora son estas: este brazalete, de la casa Perodri, es uno de los más usados por la Princesa. Está hecho en oro amarillo, blanco y diamantes. Su alianza matrimonial, anillo que ni ella ni don Felipe se quitan nunca. Y su anillo de pedida. La leyenda, nunca confirmada, dice que el Príncipe fue a Suárez acompañado de su cuñado, Iñaki Urdangarín (que tiempo tan feliz) para elegirla. Se trata de un anillo de diamantes en talla baguette engastados en oro blanco de la colección Grace.


Aunque ha dejado de llevarlas, durante una temporada no se las quitaba nunca. Se trata de unas pulseras de TOUS en las que llevaba, en cada una de ellas, las letras de los nombres de sus dos hijas, Leonor y Sofía. Fue un regalo de la Reina cuando nacieron las Infantas, y poco después, la Princesa incorporó una más con el nombre de su sobrina Carla, la hija de la desaparecida Érika Ortiz.


Se lo hemos visto en varias cenas de gala adornando su banda. Se trata de un broche en forma de flor de lis que luego nos hemos enterado que es la parte central de la diadema «Princesa» que fue diseñada para que pudiera usarse por separado. Por ahora nunca le hemos visto llevando esta tiara, que dicen, porque no está confirmado, que creó la propia casa Ansorena pensando en ella.Este anillo, llamado Parentesis, fue un regalo de la casa Bulgari a doña Letizia con motivo del nacimiento de su hija Sofía. Esta hecho en oro blanco de 18 quilates y pavé de diamantes. A la Princesa le encanta y no se lo quita casi nunca.Otra pieza que le hemos visto lucir mucho es el brazalete Art-Deco de Cartier. Está realizado en oro blanco y diamantes, y su diseño está inspirado en las columnas griegas. Es un modelo antiguo que Cartier ya no hace, por eso se cree que pertenece a doña Sofía.


Pero os diré, yo que la veo de vez en cuando, que la imagen habitual de doña Letizia es esta, sin joyas. La Princesa, en su agenda diaria, sin cenas de gala, premios o bodas, luce casi siempre unos sencillos pendientes de brillantes que me encantan, y que todavía no he conseguido saber de dónde han salido.