¡Una isla flotante! Esto es pura frivolidad. Un gran yate para supermillonarios. Se puede llevar a cualquier lugar del mundo y su diseño es la carta. El dueño puede personalizarlo con su estilo. ¡Qué menos!, el capricho cuesta 3,6 millones de euros. Tiene 1.000 metros cuadrados y en el se pueden alojar 12 personas. Se mueve con energía eólica y con paneles solares. Para los impacientes, una mala noticia, no estará disponible hasta finales de 2013. Es un proyecto australiano que se está fabricando en Alemania y Hungría. Da igual, yo me compro esta isla, aunque sea en sueños.
…lo siento, no tengo suelto…