Septiembre es el mes del “recomenzar”. Empezar de nuevo lo que uno dejó y mejorarlo. Antes del verano sabíamos que teníamos que avanzar en muchos campos.

Durante las vacaciones aparcamos nuestros propósitos. Llega septiembre y nos conectamos de nuevo. Lo que ocurre es que no queremos más de lo mismo. Queremos ser mejores, crecer. ¿No es cierto?

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AMAR

Mi primera propuesta es acudir al amor. Suena muy cursi, lo sé. Sobre todo para los que van de pragmáticos y racionales. Pero, lo siento, no hay duda, es empírico: el amor mueve nuestras vidas y el mundo. Menos, sin embargo, de lo que sería conveniente.

Sí aceptamos que “cocinar con amor” da buenos resultados y el más frío de los cocineros incluye este ingrediente como el principal, ¿por qué no asumir que claramente el amor en cada una de las acciones de nuestras vidas mejora el resultado notablemente?.

El amor a los demás y a nosotros mismos provoca efectos increíbles. Desbarata las posibilidades de miles de conflictos. Desarma a los necios. No sé si con él se ganan todas las batallas pero sí tengo claro que crea una onda de comportamiento mucho más cálida. El amor cultiva amor y consigue que al final hagas una amorosa recolección.

Os invito a leer poemas y a escuchar canciones de amor. Pero, como con todo, apliquemos Mindfulness. Nada de nostalgias, nada de “como me acuerdo de cuando me enamoré de fulano”…o “me gustaría….”, no. Aquí y ahora. En este momento…en este punto de mi  momento de mi minuto de vida, quiero querer lo que soy y lo que son los que me rodean. Así de cursi y así de claro.

Para entrar en esta onda amorosa os dejo este enlace donde encontraréis maravillosos poemas de amor de un maravilloso poeta. Seguro que ya conocéis algunos….pero no viene mal releerlos.

A TODO AMOR de Ángel González

 

CUCHARAS

COMER

Comer bien y comer con consciencia es otro de los retos permanentes al que nos enfrentamos de tiempo en tiempo. O al menos yo. Cómo nos cuesta dedicarle un momento sereno a eso tan importante que es nutrirnos.  Recuerda: nada de tele. Nada de móvil. Come con tranquilidad saboreando los alimentos.

Hoy propongo conocer algunos detalles sobre la dieta sátvica.

En yoga se habla de la existencia de tres tipos de comida: sátvica, rajásica y tamásica.

La dieta sátvica incluye los alimentos más saludables, aquellos que resultan fácilmente digeribles, que no causan afecciones al organismo. Con ellos el cuerpo evoluciona con salud y vitalidad y la mente permanece en calma y sosiego.

Para que los alimentos sean sátvicos  no deben tomarse demasiado verdes o maduros , ni deben cocinarse en exceso, recalentarse o tomarse muy fríos o muy calientes. Esta categoría comprende cereales, legumbres,verduras,frutas y lácteos.

Alimentos rajásicos.

Forman parte de la alimentación más común en la mayoría de las culturas. Son los alimentos picantes, salados, amargos o muy condimentados. Sobreestimulan los sentido, causan excitación e inquietud y disminuyen la vitalidad.Requieren un largo proceso digestivo que produce acidez estomacal, irritan las mucosas digestivas y provocan rigidez articular y tensión muscular.

Son alimentos de tipo rajásico, la carne, el pescado, los huevos y algunos vegetales como el ajo, la cebolla, los encurtidos o los rábanos.

Alimentos tamásicos

 Son los alimentos en conserva, fritos, recalentados, fermentados, rancios, refinados o muy procesados. Las bebidas alcohólicas y otras drogas son también productos rajásicos. De ellos provienen de la mayoría de los problemas de salud relacionados con la alimentación.

«Una alimentación tamásica produce apatía, sensación de letargo y conduce a una falta de motivación y creatividad. Disminuye la respuesta emocional, la función inmunitaria del organismo y acentúa la propensión a padecer enfermedades crónicas».(La dieta yóguica. Capítulo 5.2 de MANUAL PRÁCTICO DE YOGA de Carlos A.Miguel Pérez) Director de la ESCUELA DE YOGA VASUDEVA

PECES

 

RESPIRAR

Respirar es vivir. Detectar los múltiples detalles de cómo respiramos sirve como método de introspección para ver cómo estamos. Está claro que una respiración agitada está asociada a un momento de estrés o cansancio. No me voy a detener mucho en esto. Ya habrá tiempo en sucesivos post. Sólo os propongo que, en esta fase de «reconexión» que iniciamos en otoño, empecemos a respirar mejor o al menos pongamos más consciencia en nuestra forma de respirar.  En Yoga se le da mucha importancia a la relación entre respiración, emoción y pensamiento. «Cuando se altera por largo tiempo la tensión o el estrés físico, se alteran, también, las reacciones psicoemocionales y el comportamiento del individuo. Al ser la respiración el nexo entre el cuerpo y la mente, por medio de su control se puede ejercer, a su vez, un control sobre la tensión corporal y el comportamiento o carácter, o lo que es lo mismo, sobre la mente  las emociones». (Pág. 133 de Manual Práctico de Yoga)

Crear un hábito de respiración más saludable y  relajarse y descansar en pocos minutos es posible con la práctica de la respiración completa. (En esta página a la que os remito he encontrado una explicación bastante clara de cómo se practica y sus beneficios así que he hecho una copia casi textual)

Respiración completa.

Aporta serenidad, claridad y concentración.

Beneficios 

  • Aprovecha y amplia toda nuestra capacidad pulmonar
  • Proporciona una gran oxigenación
  • Activa la circulación y tonifica el corazón
  • Masajea los órganos
  • Nos entrena en el autocontrol
  • Mejora la percepción de uno mismo, y por ello la autoestima
  • Proporciona serenidad y concentración

Tanto la inspiración como la expiración se realiza en tres fases. En la primera  se dirige el aire hacia la parte inferior (respiración abdominal), en la segunda  a la parte media (respiración costal), y finalmente a la parte alta (respiración clavicular), todo ello en la misma inspiración.  La expulsión del aire se realiza a la inversa. Es decir, se comienza vaciando la parte alta, luego la media y finaliza con la parte baja.

Práctica

Se puede realizar tanto tumbado como sentado. Al principio lo mejor será que practiques tumbado.

  1. Coloca una mano sobre tu vientre y otra sobre el pecho.  Expulsa 2 ó 3 veces a fondo el aire.
  2. Comienza con una inspiración lenta y profunda llevando el aire hacia la parte baja de los pulmones (como si respiraras con el abdomen) y siente cómo empujas la mano que tienes en el vientre.
  3. Continúa inspirando el aire mientras dilatas la zona de las costillas
  4. Cuando la zona costal esté dilatada, continúa inspirando un poco más a la vez que las clavículas se levantan. Ahora tus pulmones están llenos de aire. Tanto éste paso como el anterior podrás sentirlo con la mano que tienes en el pecho.
  5. Retén unos instantes el aire procurando no tensar el rostro, el cuello o los hombros.
  6. Comienza la expulsión haciendo que el aire salga primero de la parte clavicular, luego de la costal, y finalmente de la abdominal, expulsando el aire totalmente.  Es decir, la expulsión se hace de manera inversa a la inspiración, de manera que la zona baja es la primera que se llena y la última que se vacía.
  7. Mantente unos instantes los pulmones vacíos, y cuando sientas el impulso de inspirar, hazlo repitiendo los pasos anteriores.                                                                                                                                         Amar, comer y respirar. Me ha parecido una buena combinación para ser y estar mejor. No se me ocurre otra forma  de despedirme mas que invitandoos a escuchar esta canción que , de hecho, fue la que me inspiró para elegir los temas de hoy: «RESPIRAR» (Canción de Bebe)                                                                                                                                                                                                                          !Feliz reconexión!