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Era cuestión de tiempo. Si Internet nos permite escribir, hablar, ver, escuchar a distancia, ¿por qué no también sentir?  Eso es precisamente lo que propone Klic-Klic, el primer juguete erótico 3.0.

Se trata del primer dispositivo de comunicación sensitiva que mediante un software, conexión a Internet y Bluetooth, conecta dispositivos en cualquier parte del mundo, trasladando las posibilidades de comunicación y placer a esferas nunca planteadas.

 

 

Cada uno de los dos «artilugios» reproduce y hacer sentir los movimientos de la pareja a distancia, una especie de viaje sensual interactivo, abierto a infinitas posibilidades.

 

 

Sus creadores -españoles, por cierto- aseguran que Klic-Klic es capaz de «hacer estremecer de placer a nuestra pareja desde dos puntos distantes del planeta, vivir las mil y una noches de dos mil maneras distintas, hacer realidad los sueños más privados sin despertar un único rubor. Las fantasías privadas nunca habían sido tan sentibles a la realidad».

 

La verdad es que dicho así, despierta cuando menos curiosidad. Y parece más serio y prometedor que el Kissenger, aquél dispositivo que enviaba besos virtuales a través de unos infames cerditos. La presentación oficial del Klic-Klic se hará a primeros de septiembre en Girona. Para entonces, espero poder contaros más detalles y… tal vez… ¿alguna experiencia?