Tengo que confesar que la idea no ha sido mía. Estábamos el otro día viendo «Robin Hood» con mi sobrina Paula en el salón de mi casa. En la escena final, Robin y Lady Marian se casan y pensé: «mira que mona la zorra vestida de novia», (y es que es monísima), y mi hermano me dijo: «pues sería un buen post para el Universo» y ahí vamos, dicho y hecho.

Lo primero que quiero hacer es revindicar el derecho de Lady Marian de entrar en el llamado Club de Princesas Disney. ¿Acaso no es de la realeza? espero que su exclusión no tenga nada que ver con el tema de que se trata de una zorra, ya que Ariel, la Sirenita, es medio pez, y ella si es miembro de ese tan exclusivo Club.

Lo segundo que quiero es pediros imaginación. Se trata de hablar de vestidos de novias pensando en cómo estos personajes de cuento se vestirían en la actualidad el día de su boda. Estoy segura que no soy la única que confiesa, aquí y ahora, que viendo La Cenicienta soñó con un traje como ese para casarse con su Príncipe, combinado con unos maravillosos salones de cristal… ayyy chicas, ¡¡cómo cambia el cuento!!

 

 

Empiezo con mi favorita. Lady Marian, que en el dibujo no se puede mirar con más amor a Robin Hood. A esta Princesa le pega algo sencillo, sin mucho adorno. Corte palabra de honor, con un fino tirante o una delicada manga. En los pies sandalias o incluso alpargatas. Si Lady Marian quisiera ser una novia con velo, lo llevaría como el que propone Jesús Peiro. Aunque yo, personalmente, si me casara con el único ladrón justo de la historia, en un lugar como el bosque de Nottingham, elegiría el modelo de Alma Aguilar ¡que cosa más bonita!

 

En los dibujos de Disney se empeñan en pintar a La Cenicienta con un vestido azul. Sin embargo yo recuerdo, y pongo como prueba el fotograma sacado directamente de la película, que el traje que le hace el Hada Madrina es blanco, además pega más con unos zapatitos de cristal. Si Cenicienta se casara en el verano del 2012, su traje sería con una falda muy abullonada, llena de tul, con muchos detalles en pedrería o con muchos volantes. Lo que nunca llevaría serían guantes, aunque supongo que para conducir una calabaza en forma de carroza son un accesorio más que necesario.

 

 

Ariel es sin duda una novia de los 80. Encontrar en la actualidad trajes de novia con semajantes mangas abullonadas, muy propias del estilo de los años 80,  ha sido completamente imposible. Pero le pega algo muy romántico y grancioso porque renunciar a respirar debajo del agua como un pez (uno de los sueños de mi amiga Isabel y mío también) bien merece una gran boda con un buen Príncipe. De los tres que he elegido me quedo con el de Badgley Mischka, además como el padre de la novia paga la boda y en este caso es el Rey Tritón, se puede gastar los cuartos en un traje de alta costura para su hija favorita.

 

Aurora es la Reina del corsé, claro que 100 años durmiendo deben adelgazar lo subiciente para marcar la cintura que te de la gana. La Bella Durmiente se casa de rosa, porque ella quiere. A mi personalmente me gustan las novias de blanco. Me encanta la opción de Elie Saab, que le marcaría la cinturita a Aurora, pero le daría un toque más moderno con esa falda de tul.

 

Y por último Jasmin. La mujer de Aladin es uno novia de Oriente. Además es una mujer moderna y aventurera. Le gusta arriesgar, también en la moda, sino mirar el vestido que ha elegido para darle el «sí, quiero˝ al héroe más pobre de Disney. Por eso el traje sexy de Monique Lhullier le pega mucho. Los pantalones tipo árabe que propone Valentino le pegan mucho, o las trasparencias de Givenchy, aunque el padre, el Sultán de Agrabah no estaría muy contento con la elección. El precio no es problema, ya que además de ser hija de Sultán, tiene al Genio, que con frotar la lamparita, le concede tres deseos. Yo me quedó con estos tres: Alma Aguilar, Badgley Mischaka y Elie Saab. Y si algo nos enseñan las pelis de Disney, es que a veces los sueños se hacen realidad.