Una amiga que vino conmigo a ver un desfile en la Semana de la Moda de Madrid, me preguntaba a los tres minutos de empezar el pase: «¿Por qué las modelos no sonríen? ¿por qué salen con esa cara de perro?» Y es verdad. No importa a que Fashion Week acudas, todas las maniquíes salen a desfilar como si fuera el peor trabajo del mundo. Para mí, una de las peores cosas que te puede pasar en la vida es ser pocero, hace poco vi un reportaje sobre este oficio, y os aseguro que no está pagado, pero ¿el de modelo? Sales a que todo el mundo te vea vestida de Valentino, Chanel, Juanjo Oliva, Prada… ¿por qué llevas esa cara de ajo? y creo que he llegado a una triste conclusión, la sonrisa y la alegría, no están de moda.

 

 

Lo malo, es que viendo las campañas de publicidad de las grandes firmas, como esta de Prada (cuya colección de invierno me tiene completamente loca) me doy cuenta que no es sólo un tema de pasarela. En todas las imágenes salen, mujere bellísimas, con una cara de «te odio» que no entiendo. ¿Es que no te dan más ganas de comprarte un bolso cuando ves que quién lo lleva es feliz, super feliz si fuera mi caso, con él?

 

 

El caso que peor me sienta casi es el de Chanel. Karl Lagerfeld está enfadado con el mundo, eso está claro, de hecho se dedica a llamar «gorda» a la gente cuando hace 10 años él era más bien «rellenito», pero la campaña de la firma francesa de este invierno es tremenda. La ropa no puede gustarme más, pero la modelo… ¡¡¡por Dios, vas vestida de Chanel y te va a ver todo el mundo, sonríe por favor!!!

 

 

Como bien sabéis el «low cost» copia en todo al «high cost» y Zara se ha unido a la liga anti felicidad en su campaña. La modelo asiática que han elegido no puede ser más guapa, pero las prendas, todas oscuras y su cara de «me quiero ir a mi casa» es depresiva. La temporada de otoño invierno llega llenos de negros, estilos góticos, punky, cruces, brujas, vampiros, caras blancas… si a esto le unimos modelos zombies, yo, entro en barrena.

 

 

Por último os enseño Massimo Dutti, cuyos pantalones de la fotografía de la izquierda me he comprado ya, pensando en cuando de a luz… lo que habría que plantearse en esta época de crisis y depresión generalizada por culpa de los dineros, es que las firmas de moda se dieran cuenta que estas mujeres tan bellas y perfectas, están desperdiciadas con esas caras de perro, que si sonriéran un poco, nos darían buen rollo y muchas más ganas de comprar.