Os tengo que contar una cosa, es una noticia que aunque os parezca imposible, se va a producir: llega el otoño. Ahora, que seguimos con las sandalias gracias al famoso veranillo de San Miguel, nos parece impensable comprarnos unas botas de lluvia y una gabardina, pero en serio, os digo que todo llega, y más vale estar preparada y sobre todo a la moda. ¿Un poco de música para leer este post?…
Entiendo que el glamour de unas sandalias nada tiene que ver con unas botas de goma, pero… ummm no lo deis todo por perdido, pisar los charcos con elegancia esta temporada va a ser posible. Las tiendas están llenas de esas botas que nos encantaban cuando nuestras madres nos las ponían para poder saltar de charco en charco sin remordimientos ni constipados. Vuelve a sentir lo mismo.

Podéis elegirlas de un solo color: como las rojas imitando el guatiné que propone este otoño Hunter (la marca que puso de moda este calzado) por 150 euros, en color amarillo de Pirelli por 120 euros, mis favoritas, en azul clarito, de Lechaumeau, 99 euros o las de Fosco, que además llevan tacón por 69 euros.


Pero donde hay unas botas, tiene que haber una gabardina. Os confesaré que me chiflan. Amo esa escena de «Kramer contra Kramer» en la que Meryl Streep, super joven, lleva una gabardina con un cinturón súper ceñido…
Y no. No tengo ninguna. Dios me puso la cintura casi pegada a las axilas y los cinturones ceñidos me quedan de pena. Pero si queréis una, en Primark por 31 euros, hay una preciosa. Si lo que buscáis es una para muchos otoños, la de El Ganso, 165 euros. Y si tenéis el mismo problema que yo con la cintura, en Indiwoman hay una ideal, 189 euros.

Pero como en las botas, las gabardinas también siguen tendencias y si queréis algo menos clásico, me vuelve loca la de Dolores Promesas, 250 euros o en azul petroleo la de Mango, 49 euros. Y si queréis el simple chubasquero de toda la vida pero en su versión más chic, Petit Bateau lo tiene por 110 euros.
Me encanta la lluvia detrás de la ventana, con el calorcito de casa, el colacao y los libros esperando. Pagaría por vivir siempre en verano, pero como sería para nada, casi prefiero pagar por ponerme las ideales botas de Pirelli. O un trench beige, un básico vital. Qué llueva, que llueva, Virgen de la Cueva y de los chubasqueros molones.
No quiero que llegue el otoño porque soy mujer de verano, claro que con todo lo que me has puesto en las narices…estoy cambiando de idea!!
Un beso
Lola
Soñando entre Nubes
Me encantan las katiuskas!! jiji
A mí las Hunter me encantan pero tienen dos inconvenientes para mí… me parece un poco caras y yo que tengo los gemelos anchos no hay manera de q me suban con los tejanos por dentro!!! Así que el año pasado en Ny me decidí por unas más cortitas negras con caballos jajaja y han sido un éxito!
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Me encantan las botas de Le Chameau,son preciosas!
Un beso
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A mi me encantan las botas de agua, me quiero comprar unas hunter pero de momento me apaño con unas que me trajeron los reyes de la tienda polinesia, mucy chulas a cuadros blancos y negros.
Y tambien gabardina, que ademas me costo super baratita cuando cerraron una tienda, si te suena Tribune.
Un beso
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Me encantan todas, pero creo que me quedo con las de Pirelli, aunque son un poco caras ¿no? Me encanta vuestro blog. Un saludo, Ana