Venga, confesad: podéis ser profesionales de reconocido prestigio, altos ejecutivos, políticos en alza o estirados miembros de un consejo de administración… pero todos, todos, guardáis en algún rincón de vuestra memoria alguno de aquellos peluches que os acompañaron durante la infancia. No hay por qué avergonzarse. Siempre se ha dicho que todos llevamos un niño dentro y puede que sea el momento de sacarlo a pasear.
Aquí van algunas ideas para incorporar a nuestro pequeño amigo a nuestra vida cotidiana. Os presento al «correcaminos», un pequeño osito tan aficionado a correr que un día se pasó de frenada y acabó incrustado en el ordenador.
En realidad se trata de un osito USB de fabricación casera: tan sencillo como descabezar el osito (o cualquier otro peluche), vaciarlo y meter en su interior un lápiz USB. El resultado es un peluche-disco duro de lo más original.
Os propongo jubilar esa aburrida imagen con la Cellular Squirrell, una simpática ardilla que actúa como una auténtica secretaria: recibe llamadas, establece un nivel de urgencia y -a continuación- nos avisa mediante guiños y leves movimientos. Para responder, basta con darle un cachete al animal. En caso contrario, el «bicho» guardará el número de la persona que llama, y se despedirá respetuosamente.
A la hora de regresar a casa, no hay posibilidad de pérdida, si llevamos en el coche un Navirobo, un osito GPS que –al no disponer de pantalla-, nos irá indicando la ruta por voz. Por si las instrucciones no son lo suficientemente claras, el animalito levantará el brazo para señalar el camino.
Pero lo mejor de este ingenioso artefacto diseñado -como no- por los japoneses, es que es capaz de detectar el alcohol en nuestro aliento. Una función muy interesante si tenemos que coger el coche después de una de esas pantagruélicas comidas de empresa:


Es perfecto para los niños,en cualquiera de sus versiones: osito, cerdito, oveja, jirafa, koala… y se puede adquirir online por 35 euros.
Hay modelos más económicos con bolsas de agua. También se calientan en el microondas y su efecto es el mismo: suavidad y calidez. Su precio ronda los 15 euros.
Para velar su sueño, el TeddyCam, otro osito -claro- con una cámara incorporada que capta cualquier movimiento en la habitación del pequeño y envía la señal a un monitor.
Para reírles las gracias, los Roffle Mates, unos animalitos capaces de partirse de risa mientras giran 360 grados.Carcajadas aseguradas a su alrededor, por algo más de 15 euros…
No menos divertido este mono que enloquece cuando le privas de la comida… El Crazy Monkey grita y vibra si le quitas el plátano de su mano. Cuesta 20 euros.
Y para terminar, os presento la joya de la corona: La pistola lanza ositos… Y no es broma.
Al parecer, en Japón han reinventado la costumbre de arrojar arroz en las bodas, y cada vez es más frecuente que los recién casados reciban una lluvia de… ¡ositos!
Una divertida forma de desear prosperidad a los novios, que la empresa Sunamiya ha aprovechado comercialmente con su pistola lanza osos. Para evitar que los peluches salgan dañados, cada uno de ellos lleva incorporado un paracaídas que garantiza un aterrizaje perfecto…
Hay que reconocer que estos japoneses están en todo.
Fuente: Ounae, nopuedocreer, engadget
Jajaja me ha encantado la pistola de ositos y el osito USB!! xD
Jajaja, ¿de dónde sacas tanto chisme? ¿Son buenísimos!