MI SOBRINA ANA

 

 

Esta es mi sobrina Ana. Ana tiene cinco años y un sentido de la moda que ya le gustaría a muchas de las que tenemos, por ejemplo, 30 años más. Su madre, mi cuñada Beatriz, se vuelve loca intentando que se ponga lo que ella quiere, (es su madre y debe tener autoridad sobre la niña) pero Ana no quiere… para Ana la moda, el vestirse cada día, es un juego, un sueño y una diversión, y sinceramente… estoy completamente de acuerdo con ella. ¿Sabéis lo mejor? que casi siempre acierta, se viste fiel a su estilo y con mucha gracias.

En realidad, esto de dejar que las niñas se vistan como quieran es una cosa que está de moda en Hollywood desde hace años. Sarah Jessica Parker deja que sus mellizas abran cada día sus armarios y se pongan lo que les apetezca. Suri Cruise, tan criticada por llevar tacones con cuatro años (aunque son miles las niñas que llevan los zapatos esos de plástico de las Princesas Disney con tacón mucho más nocivos para sus pies que las bailarinas de Roger Vivier que lucía Suri) es una artista de la moda, toda una estilista en potencia. Y Jessica Alba hace lo mismo con sus pequeñas, ellas deciden que «look» llevar cada jornada.

¿Que os parece esta idea? Educar el gusto de nuestros hijos es parte de la educación necesaria para el día a día, pero ¿llevarles en el gusto hacia dónde nosotros queremos que vayan es bueno? ¿hacer clones de nuestros gustos no es cortarles su propia personalidad?

La verdad que yo sólo tengo niños en casa, y aunque parezca imposible, a Guille, de dos años y medio, la moda sólo le interesa si lleva coches, motos o pelotas… lo demás, le da exactamente igual, cuestión de cromosomas.

Ahora estoy montando «La vuelta al cole» para la revista y no paro de acordarme de Ana ¿que combinaciones haría ella? os dejo algunos ejemplos de las prendas que creo que la peque elegiría, y con las que yo, estaría completamente de acuerdo. De hecho, este vestido con tul de Sisley me encantaría que lo hicieran en una talla 40… pero sólo hasta los siete años.

 

Ana es ante todo práctica, de hecho, si algo le molesta se lo quita, tengo que decir que su traje de baño favorito en verano es «invisible», para que os hagáis una idea. Le gusta jugar, correr, trepar, mancharse como nadie, y no quiere que la ropa sea un impedimento para su imaginación a la hora de crear potingues, cremas, perfumes con todo tipo de ingredientes que puedes encontrar en un jardín. Por eso de Nice Things le encantaría esta sudadera y la mochila, e iría encantada por la calle con estas zapatillas de estar por casa de Collegien.

 

Pero como todas (en las que me incluyo y así nos va al género femenino) Ana sueña con ser princesa. Le encanta el rosa, los bolsos, las joyas que brillan y los lazos. Por eso le encantaría estos pantalones de Chloé, las Converse rosas fucsia con un poco de plataforma y la camisa con lazo también de Chloé.

El básico en el armario de Ana son las mallas, su madre se las compra de todos los colores o estampados, como estas de Zara. Y es lógico, es una prenda que le permite ir al colegio y saltar, correr y guarrear todo lo que a ella le gusta. La camiseta se la pongo yo, que es monísima y es de Little Marc Jacobs, y las botas que son de Pretty Ballerinas, las combinaría ella para darle el toque final.

El año pasado se me ocurrió regalarle unas bailarinas de Pretty Ballerinas en glitter rojo, eran una pasada, nada más verlas, Ana se enamoro de ellas, no se las quería quitar. Lo cierto es que me costaron una pasta, pero al ver la cara de Ana, mereció la pena. El problema fue que le gustaban tanto, que su padre, que sabe tanto de moda como… fue convencido por una niña de cuatro años (fue el verano pasado) y dejó que se las llevara a las colonias de verano del colegio… ¿Que pasó? que cuando volvieron ya nunca más se pudieron lucir, Ana es una princesa todoterreno, y necesita mucho brillo en los pies, pero a ella le va más ir descalza… Casi mato a mi hermano.

¿Que pensáis vosotras? ¿dejáis que vuestras niñas se vistan como quieren?