Ponemos la mesa en la calle para disfrutar de una día de verano. Aire fresco y algo más en esta antigua caravana.
Y dentro una pequeña cocina de contrastes chic con un juego de colores. Es una propuesta que he encontrado en Le Journal de la Maison.
Para los menos atrevidos comida al borde de la playa con mil colores y con la mesa vestida de lunares y siempre con flores.
Flores, jarrones de cristales de colores y muchos tonos naturales. Nos transportamos al desierto.
¿Y si convertimos una cena en una fiesta?. Globos de papel en el techo, o un pequeño adorno con telas en las sillas de siempre.
Para vestir una noche siempre nos quedará el blanco a media luz.
Para cenas improvisadas hay ideas muy bonitas en platos y utensilios de usar y tirar. Los he encontrado hechos de bambú y palmera.
Ah! Se me olvidaba: decorar las mesas con cupcakes. Que tengais dulces mesas de verano!!!!!!!!!!
Genial esta entrada! qué paaaaaz!!
me encantan las mesas al aire libre!!!