Es una de las consecuencias de la forma de vida que nos impone la endiablada tecnología: Nuestros hijos apenas se mueven: enganchados a las consolas y los videojuegos, pueden pasar horas sin moverse del sillón y luego, claro, que si el sobrepeso, la obesidad, el sedentarismo… En eso pensaba el fabricante de juegos electrónicos para niños LeapFrog cuando ideó su próximo lanzamiento: el LeapBand.
Es en realidad una mezcla entre el Fitbit que monitoriza el ejercicio de los adultos, y el recientemente reeditado Tamagochi, la mascota virtual que hizo las delicias de los más pequeños hace varias generaciones. El LeapBand está diseñado para niños de 4 a 7 años, a los que anima a realizar distintos retos. A medida que se van superando, el niño recibe premios en forma de puntos, que luego se pueden emplear para desbloquear distintos niveles de juego o para «comprar» nuevas mascotas.
El dispositivo se puede conectar a un sitio web, donde los padres podrán supervisar la actividad de los niños y diseñar un programa de desafíos físicos. También se puede comunicar con smartphones (Android, iOs, LeapPad…) a través de una aplicación, para descargar nuevos juegos y recopilar las actividades.
LeapBand viene equipado con una pantalla a color, acelerómetro y una batería recargable que dura de 4 a 6 días. Además, es resistente al agua y los golpes. Saldrá a la venta en agosto y estará disponible en tres colores: verde, rosa, y azul. Su precio, 40 dólares.
Absolutamente terrible, ayer hice un viaje en tren. Viajar en tren es uno de los placeres de la vida. Imagina cuando tienes 6 años…
Los niños que viajaban con sus papaás, desde el minuto uno no establecieron contacto visual con nadie, ni hermanos, ni primos, ni padres … ni levantaron la vista para ver el paisaje … no levantaban la vista de sus teléfonos ni de sus tabletas …
Totalmente de acuerdo. Los niños «funcionan» a determinadas edades por repetición y -lamentablemente- eso es lo que ven. Deberíamos reflexionar y plantearnos en serio si es así como queremos que crezcan.