Supongo que a estas alturas del blog ya sabréis que soy un poco rarita en cuanto al tema calzado.
Ya os hablé, la temporada pasada, del flechazo que sentí por las sandalias Birkenstock, que no me quité en todo el verano. Me encantan y es que me las he puesto hasta con un vestido para salir por la noche. ¡Toda una gran inversión!
Pues este verano mi locura por las que ya han llamado «ugly shoes» va un poco más allá: las Teva. Seguro que las habéis visto muchas veces, no digo en las pasarelas, pero si en muchos guiris con calcetines. Su diseño tiene su origen en 1984, cuando a un guía del Gran Cañón se le ocurrió ponerle velcros a unas chanclas. Y ¡Ya está! 30 años después todas queremos unas.
Pero claro, no me voy a comprar estas, por ahora no me veo con ellas y un vestido de verano, pero este es el original, luego cada marca versiona una misma idea.
Como estas en rosa de Bershka, por 16 euros.
Los mismo pasos, aunque un poco más crudas, tienen estas en Pull&Bear, 12 euros.
Mis favoritas las encuentro en Top Shop, está tienda me encanta tiene de todo, y su versión brillante y la otra en plan plasticosas, me fascinan.
Pero las Teva también se modernizan , pero las chulas sólo las podéis encontrar en ASOS.
¿A que molan? venga, animaros, que si no luego os quedáis atrás.
Bueno te dirá que esto es un resurgir!! hace 10 años no había rutero que se preciase que no tuviera unas TEVA, caras por cierto. Es la versión veraniega de la bota de montaña. En mi opinión hay que invertir porque la clave esta en una buena suela.