Qué buen momento Almodóvar y qué buen momento para desempolvar ese estilo años setenta y ochenta, con algunos muebles heredados de otras décadas que no los salva ni el lavado de cara del vintage. Es para no perderse detalle de como llenaban las casas de cosas y más cosas que ahora nos hace daño hasta mirarlas. La entrada con las llaves colgadas de esa especie de cuadro, la gran lámpara del salón, las sillas con sus detalles dorados y ese mueble con vitrina y mueble bar.



Muebles de los que hemos perdido hasta el nombre. Ese mueble bar que presidía cualquier salón. Había hasta barras de bar que llenaban sin pudor casi el piso entero. ¿Tanto se bebía en aquella España?

El taquillón: mueble bajo, de poca capacidad y que se coloca en las entradas. Si no había un taquillón, no había casa. Este modelo se repetía en blanco y sobre todo en madera. Seguimos decorando los recibidores pero menos mal que hemos cambiado el nombre y el diseño.

 

 

Y aquí está la coqueta, imprescindible en el dormitorio, para sentarse, peinarse, maquillarse y dedicar a esto  todo el tiempo del mundo. ¿Alguna mujer de aquellos años la utilizó realmente para eso? Eso sí a juego con la cama, las mesillas y el armario ropero. El tiempo y las nuevas ideas han recuperado algunas de ellas.

 

 

 

Hay muchos más. Seguiremos buscando. Se aceptan ideas.