Os prometo que la foto es auténtica. Y que ha ocurrido, aquí en España, hace dos semanas. Una carroza recoge a un niño que acaba de hacer la comunión. El crío vestido de guardia civil con tricornio posaba ante el asombro de las otras familias. Estamos en un país libre pero ¿se está perdiendo el sentido de la primera comunión?
Yo no soy una entendida en ritos religiosos y escucho asombrada las críticas a la princesa Leonor por hacer la comunión en su «cole» vestida con el uniforme, como el resto de sus compañeros. Y os prometo que NO entiendo la crítica. Se supone que lo importante es recibir por primera vez a Cristo, el mismo que predicaba la austeridad y la humildad.
Vale que entiendo que apetezca hacer una fiesta para reunir a la familia pero de verdad que creo que cada vez más personas están perdiendo el Norte. Hay quien pide créditos para pagar banquetes, quien hace regalos carísimos para que el niño viva su día más feliz – como si la felicidad dependiera de un teléfono inteligente o una consola de videojuegos- o quien enfunda a sus hijos en modelitos que hielan la sangre….
Es fácil que el presupuesto de la comunión se dispare por encima de los 2500 euros si incluye traje nuevo, peluquería (recogido para la madre y la niña), celebración, fotos o vídeo. Hay otras opciones para ahorrar como reciclar trajes o comprarlos de segunda mano o en tiendas de ropa low cost. Para los recordatorios puede servir un dibujo del niño con una impresión un poco cuidada y resulta mucho más barato un catering tipo buffet que los tradicionales menús. Además es muy importante que la lista de invitados no se dispare. Y sobre todo, si estáis decididos a pedir un crédito, que NUNCA sea dinero rápido porque sale caro, mejor un crédito al consumo en tu banco. Y si no te salen las cuentas, mejor replantearte las cosas.
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