Le puede pasar a cualquiera: un día primaveral, la hora del aperitivo, y ¿qué es lo que apetece? Pues sí, una cerveza bien fresquita pero ¡ay!, no tenemos abrebotellas ni habilidad para recurrir a algunos de los truquillos que circulan por la red (billetes, mecheros, dientes…). Que no cunda el pánico porque ¿quién no guarda en un rincón de su casa una práctica motosierra? Solo hace falta un poco de habilidad y -por qué no decirlo- muy poco cerebro:

Por favor, ni lo intentéis.