Acaba de salir la lista de libros más vendidos en España en 2015, una estadística que siempre es una alegría. De primero a décimo les apunto: La chica del tren, de Paula Hawkins. La templanza, de María Dueñas. Hombres buenos, de Pérez-Reverte. Grey, de E.L. Jamés. Lo que no te mata te hace más fuerte, (Millenium) de David Lagercrantz. El rgreso del catón, de Matilde Asensi. La luz que no pueder ver, de Anthoyny Doerr. Diario de Greg 9, de Jeff Kinney. Destroza ese diario, de Keri Smith y El amante japonés, de Isabel Allende. De este decálogo, yo escojo la novela de Pérez-Reverte, una luz editorial sobre las luces del siglo XVIII y la posibilidad real de que la cultura y la bondad se den la mano, extraordinario relato y magnífica construcción a varias voces. Sea como sea, títulos que se suman a muchos otros y que están, todos ellos, en las librerías que nos rodean. Sugería semanas pasadas en la radio mi comodín Juan Cruz que en las librerías callejeras podemos encontrar todo aquello que queremos para los demás y para nosotros mismos, regalos y alegrías sin trampa ni cartón. Sólo hay que encontrarlas. Lástima, esto lo digo yo, que esta especie sea como el lince ibérico, tiende a la extinción. Cada barrio debería tener una propia, como tienen parques, bancos (de éstos muchos), supermercados, tiendas de electrónica, pizzerías, talleres mecánicos, locutorios, y, hasta ITVs. Pero, ay, la economía empieza por disparar donde (creemos por error) menos falta nos hace invertir. Y así, recorte a recorte, subvención a subvención, pena a pena, van cerrando unas, desapareciendo otras, muriendo casi todas
Por eso, en medio de esta realidad incontestable me he llevado una grata noticia. La madre de un amigo de mi hijo Nicolás acaba de abrir una,” Los editores”, que tiene mucho que ver con su primer oficio, el de hacer libros. Cuando me enteré de la inciativa me pregunté cómo hay que ser de inconsciente para lanzarse a algo así sin red, pero luego, me di cuenta de que quien sueña una idea de esta anchura, tiene una mentalidad global, generosa, emprendedora, abierta y, por eso, debe salirle bien. Va a salirle bien
Mi particular heroína, Phil Camino, que es antes que nada una escritora premiada por su obra “Rehenes” (que recomiendo vivamente), me invitó a visitarla y sólo ese olor a papel, el orden armonioso de los libros, el silencio… me entusiasmaron. “Los editores” está en el barrio de Salamanca de Madrid ( Gurtubay, 5), muy cerca del Retiro . A mí me pareció éste un lugar bonito, acogedor, donde se puede tomar un café y leer, escuchar autores interesantes, asistir a presentaciones, participar en charlas, comprar o dudar. Es como muchos, como tantos que se cerraron y espero, como tantos que se abrirán con idéntica urgencia.
Yo me he comprado uno que me ha encantado. Del irlándes John Banville, también conocido por su apodo, Benjamin Black. Su última obra “La guitarra azul”, es un viaje a través de las pasiones y del frenesí, que habla de necesidades y también de consecuencias irreparables, de la amistad y de la traición. De una mujer con forma de chelo, de la naturaleza humana hecha de intrigas y de capas. Es sensual, arrebatadora, es Banville. Si la quieren leer está en la editorial Alfaguara. Y está, sobre todo, en las librerías. Busquen la suya. El olor a felicidad les conducirá hasta ella.
Suscribo lo de Pilar, leyendo tus relatos Rosa, dan ganas de leerlo todo….
Me resulta sorprendente que «La chica del tren» sea el primer libro más vendido en el 2015. Lo leí por casualidad y me gusto mucho pero no pensé que fuera un libro de masas. Desde luego la protagonista nos da una lección de superación a pesar de que tenga una existencia caótica. Me gusta mucho este espacio, su autora y la gente que sigue pensando que leer es algo más que un simple entreteniendo.
Mucha suerte a la madre del amigo de tu hijo.
La semana pasada busqué y rebusqué en librerías, librerías de viejo, puestos de libros al peso (adorable La Casquería del mercado de San Fernando de Lavapiés), tiendas de libros gratis, webs de segunda mano… y hallé el libro en la edición de 1983 que buscaba en todocolección.net.
Hace tiempo mi padre me pidió el de P. Reverte, lo compré en un gran almacén madrileño forrado con él, no pudo terminarlo (yo sí me esforcé) y después lo vi en el escaparate del kiosko de chuches de mi pueblito de dos mil almas.
Por fortuna, quien quiere (a) un libro siempre puede encontrarlo, sea o no sea un ‘vendido’.
Una vez más después de leer este blog siento que me gustaría ser la ávida lectora que no soy y poder asi disfrutar plenamente de este universo pleno que es la literatura.
Muchas gracias, Rosa! Esperamos que disfrutes de tu libro y vuelvas pronto por aquí.
los editores