Las cifras son insoportables: El 40% de los accidentes de carretera con muertos o lesionados graves están causados por la mezcla de alcohol o drogas y el exceso de velocidad. Lo vivió en primera persona un joven estudiante del Instituto de Tecnología de Massachusetts: después de una noche de fiesta, Dhairya Dand se puso al volante y acabó en el hospital. Traumatizado por la experiencia, decidió hacer algo productivo y desarrolló los cubitos de hielo que te avisan cuando te has pasado de copas.
Los cubitos encierran en su interior tres LED, un acelerómetro, un cronómetro y un módulo de comunicaciones. El acelerómetro, combinado con el cronómetro, mide el numero de veces que «empinamos el codo» y su intensidad. En el momento en que esta frecuencia llega a un ritmo alarmante, el LED cambia de verde a amarillo. Cuando la cosa se pone fea, el LED pasa al color rojo. Y aquí viene lo interesante: porque llegados a este punto, el vaso puede conectarse al teléfono del usuario mediante infrarrojos, y activar una aplicación que envíe una señal de socorro a otro teléfono de nuestra elección.
La idea está de momento en fase de desarrollo. Aún hay que limar algunos detalles: el precio de sus componentes (que no son reutilizables): unos 50 dólares, y el hecho de que los hielos no se derritan. No quiero ni pensar dónde pueden acabar.
está muy bien el invento… pero es mejor que no tengan que utilizarlo…
está muy bien el invento… pero es mejor que no tengan que utilizarlo…